El restaurante Quique Dacosta logró esta semana mantener sus tres estrellas Michelin, el máximo distintivo que ofrece la guía y que solo pueden presumir de él 11 locales en España. Bien es cierto que no nos coge de sorpresa, pues sin duda el Quique Dacosta es un referente gastronómico en nuestra ciudad.
No obstante, lo que pocos conocen es que, además de los premiados con la famosa estrella, también entre las páginas de la guía hay espacio para mencionar otros restaurantes que han enamorado a los inspectores y que, pese a no tener el distintivo, también recomiendan encarecidamente. En Dénia solo tenemos uno con estrellas Michelin, sin embargo son un total de 5 locales los que aparecen en la guía, incluyendo el mencionado Quique Dacosta.
¿Cuáles son los otros 4? Si bien no tienen la transcendencia de un estrella Michelin, se trata de restaurantes muy conocidos en la zona y con gran acogida entre los comensales. El primero de ellos es El Raset, el cual destacan en la guía por sus platos de cocina tradicional, sus arroces y el completo menú.
Más adelante encontramos el Peix i Brases, cuya "muy buena comida" recomiendan los críticos. Además, de él han querido destacar su atractiva terraza en la azotea.
Por primera vez entra en la guía el Aticcook. "Se encuentra en un ático y... ¡sorprende por su interiorismo! Cocina creativa, personal y de sabores muy bien definidos, que ve la luz a través de un único menú de temporada", dicen de él en la guía. Desde el local ya han expresado su agradecimiento en las redes sociales por reconocer su esfuerzo y dedicación.
Por último, un viejo conocido al cual le han ofrecido una mención especial: El Baret de Miquel Ruiz. Como se puede leer en su entrada, se trata de uno de los favoritos del inspector de Michelin por su buena comida a precios moderados. De él ha escrito: "Pequeño, humilde y singular en todos los sentidos, pues refleja el proyecto más particular del chef Miquel Ruiz, un hombre que busca la felicidad desde la honestidad y lucha por popularizar la alta cocina. Sorprende con una decoración tremendamente desenfadada (juegos de mesas y sillas descabalados, suelos antiguos en gres, una curiosa colección de sifones... ) y una propuesta culinaria muy personal, con gran habilidad en las ejecuciones, que toma como base los sabores mediterráneos y de mercado, creando siempre los platos en función de los ingredientes que encuentra al hacer su compra diaria".
