Los expertos indican que las DANAs van a ser cada vez más frecuentes en España, suponiendo lluvias torrenciales que deriven en muchos casos en inundación. Como ya se ha visto en las zonas afectadas en las últimas semanas por este fenómeno meteorológico, las infraestructuras no estaban preparadas para soportar tanta cantidad de agua. ¿Y en el caso de Dénia? ¿Cómo son los colectores pluviales de la localidad? ¿Están preparados para hacer frente a estas inclemencias climatológicas?
En Dénia existen cuatro colectores pluviales principales: el de Paseo Saladar, Patricio Ferrándiz, Joan Fuster y Miguel Hernández. Según informa la concejala de Urbanismo, Maria Josep Ripoll, los dos primeros colectores mencionados se crearon en el año 88: el del Paseo Saladar, de forma redonda, presenta un diámetro de 1,2 metros; en el caso del de Patricio Ferrándiz, se trata de un colector que tiene un tamaño de 4 metros de base por 1 de altura.
«Son los primeros que se hicieron y los que evitaron que después, a partir de los años 80, hubiese esas inundaciones tan fuertes que había antes. La zona inundable de Dénia justamente viene a coincidir con esta ubicación, el barrio de Saladar era como una antigua marjal», comenta Ripoll.
Gran parte del agua proviene de la acequia de la Vessana (desde Santa Paula), en la que hay un pequeño barranco que luego viene encabezado en una acequia y llega a Jaume I, indica la concejala, quien explica que también hay que tener en cuenta los barrancos que bajan del Montgó (por el Camí de Sant Joan, Pou de la Muntanya…).
Después, en los años 90, se ejecutó el colector de la avenida Joan Fuster, cuya sección empieza por un cajón de 2×2 metros en la zona del camí Pou de la Muntanya (al principio de Joan Fuster) y según se acerca al puerto -que es donde desagua- se va ampliando: de 2×2 pasa a 3×2, después 8×2… cuando llega al mar ya llega a 12 metros de amplitud.
Por último, existe el colector de Miguel Hernández, el más reciente. Este se construyó entre 2010 y 2013 y cuenta con forma de tubo y unas dimensiones de 630 mm de diámetro en la zona donde empieza (a la altura de la Guardia Civil) y después, según va llegando al mar, se va ampliando hasta alcanzar 1 metro de diámetro. Al tratarse de una zona con menor riesgo de inundación que las anteriores, el tamaño es menor.
Mantenimiento y revisiones anuales, ¿existe algún problema en la canalización del agua?
Maria Josep Ripoll expone que cada año los colectores pasan por revisiones y diferentes mantenimientos. Por un lado, se encuentran las tareas de limpieza de acequias y barrancos, y por otro, la limpieza de los sistemas pluviales y revisiones en los colectores. Recientemente, por ejemplo, se realizó una limpieza en el colector de Joan Fuster y en el de Patricio Ferrándiz ante las previsiones meteorológicas.
Uno de los problemas que se debe afrontar en estas limpiezas es la cantidad de ramas que se encuentran en las acequias. «Por ejemplo, la acequia de la Vessana, que es el principal punto por el que llega el agua, se ha limpiado hace unas semanas de enseres que había allí, de ramas…la gente que poda los jardines tiene mucha costumbre de tirarlas ahí en lugar de a los contenedores y eso tiene que estar despejado para que no se bloquee», indica Ripoll.
Las DANAs son el segundo obstáculo para el correcto funcionamiento de las infraestructuras. «Cuando llueve poco el sistema funciona, pero cuando llegan lluvias tan torrenciales el sistema se satura y aparecen zonas inundables, charcos o piscinas en las calles donde habitualmente no las hay. Este es el reto de futuro inmediato, el cómo hacemos frente a estas lluvias que cada vez son más intensas. No hay colector que pueda sacar el agua de las calles cuando llueve de esa manera», declara la concejala.
¿Cuáles son las soluciones a las posibles inundaciones?
«Antes de que pasara lo de València, ya estábamos pensando en una revisión de cómo estaban los colectores y viendo posibilidades, porque hay zonas de la ciudad que necesitan ampliar o poner nuevos puntos para captación del agua, buscando que no se acumule el agua siempre en los mismos sitios y evitar así zonas encharcadas. Y ahora después de lo sucedido, aún con más ahínco», dice la experta.
A pesar de que existe el Plan Territorial frente a Emergencias del municipio (2021), la concejala valora que quizá se debería hacer un diagnóstico y ver cómo están las infraestructuras a día de hoy de cara a esas lluvias torrenciales cada vez más frecuentes.
Ripoll adelanta una de las soluciones que se están planteando desde el Ayuntamiento y que, aunque todavía falta acabar de desarrollarla, está en una fase más avanzada: en el Bosc de Diana, a partir de la ampliación incluida en el Plan General (de la zona verde), se prevé que gran parte de ese parque futuro sea un parque inundable, es decir, que ayude a captar y acumular allí las aguas de lluvia y de esta forma no lleguen a la ciudad.
«Hay que buscar otras soluciones que no sean solo la construcción de colectores», concluye la concejala.
Pues en el Cami deLlavador frente al Instituto tienen una zona que se inunda con cuatro gotas y aun sabiéndolo no hay forma de que resuelva , a pesar de que estamos pagando mas impuestos que ningun otro municipio .
Totalmente de acuerdo. De hecho ‘la solucion’ hasta ahora ha sido poner una señal permanente y dejar las vallas para impedir el acceso a la calle , depositadas en la acera de forma continua.
¿Cuando van a acometer una solucion de verdad? ¿Tendremos que esperar una tragedia para que se echen los trastos a la cabeza y sigan sin acometer los cambios estructurales que resuelvan el problema?
La pregunta no es si va a pasar , sino cuando va a pasar…
No os preocupéis, cuando ocurra algo, la culpa es del otro.
Viva la progresia!!!!!!!!!!
Si con lluvia normal ya se inunda Todo ahora imaginemos con una DANA como la que han sufrido en Valencia.
Prefiero no imaginarlo