Se pasaron la campaña repitiendo que querían ser decisivos, y lo han logrado. Tienen el futuro del Ayuntamiento de Dénia en sus manos. Pero es un arma de doble filo que puede dañar más a Compromís que al resto de candidaturas.
Tras el resultado electoral, sin un gobierno claro pese a la victoria indiscutible del PSPV en la ciudad, llega la hora de las reuniones a puerta cerrada, las jugarretas a puerta abierta, los acuerdos y las traiciones. Un escenario que parecía poco probable, pues la lógica apuntaba a un nuevo Acord del Castell sencillo. Pero los últimos ocho años han creado unas heridas que escuecen a cada rato, por lo que es muy difícil que Compromís las olvide. Ya nada es tan sencillo.
La formación de Rafa Carrió está en una encrucijada. Tiene en su poder la llave del gobierno y unas ideas claras con las que partir. Pero en su contra juegan los resultados obtenidos. El valencianista lo ha admitido, esperaban ser más decisivos. Han crecido ligeramente en votos en Dénia, pero no tanto como para lograr mayor representación, lo que en cierto modo es una derrota. Han pasado de ser segunda fuerza de la ciudad a la tercera. El bipartidismo parece ganar peso de nuevo y la relevancia de Compromís peligra. También su visibilidad, que es algo que saben que necesitan para volver a ser el rival más fuerte.
A esto hay que sumarle su estado más allá de Dénia. Vienen de empeorar su resultado en las autonómicas, lo que en parte ha provocado que no se pueda repetir el Pacte del Botànic. En las generales también perdieron representación en los últimos comicios tras decidir aliarse con la formación madrileña de Más País. En 2016, al confluir con Podemos, obtuvieron 9 escaños de los que 4 acabaron en manos de Compromís. Su mejor resultado. Desde 2019 solo cuentan con un diputado, y ahora están absortos en cómo encarar las urnas de julio.
No les da tiempo a pensar en lo que está pasando en cada municipio y parece que muchas líneas rojas y pactos inquebrantables se han diluido. Compromís per Dénia tendrá que tomar prácticamente la decisión en solitario, con menos ataduras que nunca, pero no solo con el futuro del Ayuntamiento en juego, también el de la propia formación en la ciudad.
El posible Acord del Castell 2.0
El escenario más lógico, como decíamos, es el pacto con PSPV. Un gobierno progresista, como ha ocurrido en la ciudad siempre que ha habido posibilidad. De hecho, fueron socios entre 2015 y 2019 con los mismos portavoces, Carrió y Grimalt, por lo que no sería ninguna novedad. Y a nadie extrañaría. También es algo que se ha repetido en un sinfín de municipios a lo largo del territorio valenciano, y en la propia Generalitat con el Pacte del Botànic. Y Grimalt ha declarado abiertamente que es la opción que desea. Así que, ¿por qué no?
Pues porque Compromís considera que salió malparada del Acord del Castell. Les pesa el poco reconocimiento que obtuvieron de todos los logros que consiguieron. Además, consideran un desprecio las áreas que se les ofreció en 2019 para colaborar con el gobierno socialista (que ya no los necesitaba), y que fue lo que les llevó a renunciar y quedarse en la oposición. Su trabajo de 2015 a 2019, la gran transformación de Dénia en la que ellos también participaron, se premió con una mayoría absoluta del PSPV, la pérdida de votos de los valencianistas y la espalda de los socialistas. Se entiende por aquellos resultados de 2019 que la gente estuvo muy contenta con la legislatura que había habido, tanto como para votar en masa... al alcalde.
«Siempre es la Alcaldía quien se lleva lo bueno», dijo el propio Carrió en su entrevista con este periódico durante la campaña. Son palabras muy esclarecedoras. Por tanto, no es descabellado pensar que esta va a ser una de las peticiones del valencianista: la Alcaldía. Solo así parece que se pueden reconocer sus logros y volver a ganar representación en el futuro. De hecho, en la mencionada entrevista llegó a admitirlo y decir que lo que iban a pedir en las negociaciones era la Alcaldía. Lo decía entre risas y así lo interpretamos, como una broma. Ahora ya no lo parece. Y luego están sus mantras de campaña como «hemos salido a ganar» y «no somos complemento de nadie». ¿Pero es posible que la consiga?
Existe la opción de compartir la Alcaldía. O, mejor dicho, repartirla. Dos años uno y dos años otro, como se ha hecho en ayuntamientos cercanos. Nuevamente, no sería de extrañar que esta opción estuviera encima de la mesa. Que fuera, de hecho, la propuesta de salida de Compromís en las negociaciones con PSPV. Para Compromís seguramente sea el mejor escenario: un nuevo gobierno progresista con el que trabajar sus políticas cómodamente, pero esta vez recibiendo el mérito que les corresponde. Además, el electorado podría ver lo que es un gobierno con Compromís a la cabeza y que eso ayudara a conseguir mayor representación. De hecho, casi parece la única opción al lograr tres concejales tras estar gobernando y tres concejales tras liderar la oposición.
Podría ser factible que gobernara dos años PSPV y después Grimalt lo dejara en manos de Carrió, pero hay que entender la situación del aún alcalde. Grimalt sufrió el domingo pasado una triple derrota. Por un lado, no logra su partido gobernar de nuevo en la Generalitat pese a haber mejorado su resultado autonómico. Por otro, lugares próximos donde el PSPV estaba cómodo y se sentía seguro, como Xàbia, veían que de la noche a la mañana todo se trastocaba y el ayuntamiento podía cambiar de color. Y, para acabar, el décimo concejal. La pérdida por poquísimo de un concejal en Dénia a favor del PP fue un duro golpe, pues hasta el último minuto estuvieron en la liza por conseguirlo. No fue así. Un sentimiento injusto cuando ha conseguido el segundo mejor resultado histórico de su partido en Dénia. Pero aun así parece haber perdido. Y si se le pide que renuncie a la Alcaldía, aunque fuera solo durante media legislatura, se la tomaría seguramente como una cuarta derrota difícil de digerir.
El pacto con la derecha
Peliagudo. No imposible, pero es cuanto menos peliagudo. En otro momento, el simple hecho de pensárselo habría supuesto que desde València pidieran la cabeza de Carrió. Con el Botànic, Compromís y PSPV debían apoyarse en todos los ayuntamientos. Además, la coportavoz de Compromís, Àgueda Micó, lo dejaba claro esta semana a EFE: no se va a pactar con el PP porque «es la extrema derecha». Pero el partido pasa por una cierta crisis en toda la Comunitat, por lo que podrían llegar a permitirse estos pactos, a priori, antinatura. O, al menos, con el embrollo que tienen en València y su qué harán en las generales de julio no estarán prestando mucha atención de lo que se cuece en los municipios y, por tanto, no ejercen ninguna presión por evitar este tipo de acuerdos. Es más, también lo han dejado claro los de Carrió durante la campaña: son «la fuerza del diálogo». Así pues, a dialogar.
Pepa Font se ha ofrecido abiertamente y ha reconocido que los números dan. Solo necesitarían que Gent de Dénia o Vox se abstuvieran. Si es cierta la teoría de que Compromís quiere demostrar su valía en la Alcaldía, parece que lo tendrían más sencillo con el PP para conseguir esa partición de la legislatura en dos: la de PP y la de Compromís.
Ahora bien, los programas de ambos son el día y la noche. Por poner solo un ejemplo, unos quieren abrir el centro a los coches, otros quieren seguir apostando por la peatonalización. Y aunque al final se pueden llegar a acuerdos, hay cuestiones que podrían ser más imperdonables de cara al electorado de Compromís. Sin duda, una de ellas es el tema del hospital. Compromís ha hecho una tremenda campaña en favor de la reversión del Hospital de Dénia, y es bien sabido que pende de un hilo con el Govern del PP de Mazón. Si finalmente fuera así y el PP paraliza dicha reversión, ¿Compromís podría dormir tranquilo junto al partido que lo ha permitido?
También, por supuesto, está el qué pensará su electorado. ¿Cómo se tomarían un pacto con el PP? Cuesta ver cómo les beneficiaría en próximas elecciones. Por mucho que les dejen gobernar media legislatura y se vea esa imagen, también mostrarán la de aquellos que favorecieron que gobernara la derecha. Es de esperar que una parte importante del electorado votara a Compromís sabiendo que no tenían opciones de gobernar con mayoría, asumiendo que pactarían con el PSPV. Es decir, votaron por ese gobierno, pero contra la mayoría absoluta socialista. Pero, ¿cuántos les votaron para que gobernaran con el PP?
La mayoría simple
Existe esta tercera opción. Compromís facilita un gobierno de PSPV en solitario, con una mayoría simple, pero se mantienen en la oposición. Es muy parecido a lo que hicieron con la mayoría absoluta y el resultado no les fue especialmente bien. En este caso tendrían la ventaja de poder entablar negociaciones continuas con el PSPV y exprimirlos en su favor. Pero, nuevamente, no parece que esto pueda beneficiar mucho a la imagen de opción para gobernar que quieren dar en un futuro.
¿Y si Compromís no es tan decisivo como piensa?
Este jueves hubo un giro inesperado de los acontecimientos que duró poco más de dos horas, pero que seguro puso en un aprieto a Compromís. Pepa Font convocó a la prensa y tendió la mano al PSPV públicamente para formar un gobierno conjunto. De pronto existía otra opción nueva que dejaba a Compromís totalmente fuera del tablero de juego. Siendo ese acuerdo entre las dos fuerzas más votadas una posibilidad, la formación de Carrió pasa a ser irrelevante, pues no la necesitarían para nada.
Pero es un pacto poco creíble. Sí, en Dénia todo puede pasar y al final es solo un municipio. No sería la primera vez que se ve algo parecido. Pero todo apunta a que esta declaración fue una estrategia más de negociación para crear justamente ese efecto, poner nervioso a Compromís y obligarlos a aceptar el acuerdo más favorable de primeras sin darle muchas vueltas. No dejarles pensar para que acuerden «a lo loco». Cualquier opción es mejor que la irrelevancia. Hasta un pacto con la derecha.
Ahí estuvieron muy inteligentes el PSPV y emitieron rápidamente un duro comunicado en el que descartaban por completo la propuesta del PP. Y volvían a insistir en que su apuesta es por un gobierno con Compromís, sin rodeos. Aunque lo que se leía en ese comunicado parecía salir de una persona ofendida por esa propuesta de Pepa Font, la del pacto con el rival, lo cierto es las palabras apuntan mucho más allá. Si es cierto que era todo una treta del PP, lo advirtieron y contestaron en consonancia, por lo que realmente estaban enviando un mensaje a Compromís de calma. «Seguís teniendo la llave en vuestro poder, seguís siendo decisivos, no os precipitéis y sigamos hablando», parece que realmente querían decir los socialistas.
La llave envenenada
Sea como fuere, parece que el gobierno sigue en manos de Compromís y solo hay tres opciones: gobernar con PSPV, gobernar con PP o facilitar el gobierno socialista y quedarse en la oposición. Parece que elijan lo que elijan puede conllevarles una pérdida de electores de cara al futuro. O, al menos, no parece que favorezca a recuperar una mayor representación en próximas legislaturas. Casi todas es repetir lo ya conocido, sabiendo cómo acaba. Solo les queda lograr un buen trato en su favor para girar las tornas.
yo tambien quiero ser alcalde, le pregunto a rafa como va para que te hagan alcalde con 3 concejales?
En el artículo se hacen demasiadas elucubraciones. Lo importante es un gobierno de progreso coherente para Denia, un pacto PSOE – COMPROMIS, en el que el Alcalde lo sea el del partido más votado, aunque a muchos no nos guste demasiado el señor Grimalt
Déjense de cálculos partidistas, y hagan lo que hay que hacer. PP y Pepa Font? Vade retro!
Ya es hora que Carrió reclame la alcaldía y como bien dice deje de ser un complemento.
Es el mejor candidato y ya lo hizo muy bien cuando pactaron con Psoe pero como Vicent llevaba la voz cantante
Es hora que exija dos años de alcaldía y es lo que mejor le viene a Denia.. las mayorías son perjudiciales
Que se lo exija a Psoe o a PP
Sus votantes lo que quieren es una oportunidad para Rafa, una persona querida en el pueblo y respetada.
Exige la alcaldía o el PSOE te comerá , como ya pasó la otra vez
Jajajja Carrió alcalde? A qué santo? Como farol es muy bueno. Como broma más. Yo les dejaría que pactaran con el PP a un mes de las generales y a ver qué dice su electorado.
Me parece una charlotada todo el paripé ofendidito de los compromís. Mucha peli han visto y mucha bilis.
Lo unico que no comparto del artículo es la lectura general de situación. Es cierto que Compromís no ha salido bien en las autonómicas, pero es eso tan cierto como que la Marina Alta es sin duda el bastión de Compromís y a nivel comarcal el crecimiento de su influencia es brutal. Y en Denia, como capital comarcal, esto es relevante. Dentro del panorama general, habida cuenta del contexto, diría que en la comarca Compromís es el partido mejor parado.