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Miguel Ángel Fullana: “Me voy contento. Las fiestas han quedado en el lugar que merecen”

02 de septiembre de 2017 - 07:55

Este jueves por la noche se hacía oficial la dimisión del presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Dénia, Miguel Ángel Fullana, y toda su junta directiva, tras dos años de mandato. Así se lo comunicó a los primers tró de las filaes de Dénia. Dénia.com ha hablado con el ya expresidente de la FEMMICC, que sin tapujos ha contestado a todas las preguntas que le hemos planteado.

¿Por qué te vas?

Ante el reglamento de la federación es una dimisión en toda regla, pero por mi forma de ver las cosas, no, y conforme quedé con mi junta directiva, tampoco. Yo entré porque Josele no podía más, estaba agotado, y ahora lo entiendo de sobra. Lo único que pedí es que durara dos años, porque pienso que con dos años está bien. Cogí a gente de la junta directiva anterior y les comprometí para dos años, porque pienso que más no es bueno, ni para la fiesta ni para mí, hay que ir cambiando. Han llegado los dos años, y para mí, moralmente y éticamente, conforme quedé yo, puede que delante de los estatutos sea una dimisión en toda regla, pero para mí no lo es.

¿Entiendo que tampoco ha sido una sorpresa para tu equipo?

Hubo algunos que, a pesar de que yo empecé diciendo que duraría dos años, cuando llega el momento sí que es verdad que a algunos les ha sorprendido. La mayoría no se lo esperaban, porque estaban saliendo bien las cosas pero yo sigo diciendo que dos años son suficientes son los justos para quedar bien para la fiesta. Para el presidente es agotador.

¿Qué reacciones han recibido de los festeros?

Los primers tró de este año estaban sorprendidos. Se lo dije a muy pocas personas, el rumor corrió, y los nuevos cargos no se lo esperaban. No se esperaban entrar y que el máximo cargo les diga que se va. Ha sido poca la sorpresa pero yo lo tenía meditado y mascado desde hace tiempo.

Has repetido varias veces que es un cargo agotador, ¿qué ha sido lo más difícil de llevar en estos dos años?

Hay bastantes cosas, es una suma de pequeñas cosas que al final agotan. Una de las cosas es la burocracia. Antes funcionábamos de otra forma: cogías un teléfono y solucionabas cosas. Ahora está todo informatizado. Sí que es verdad que se adelanta, pero llega a ser agotador, porque cada vez te piden más cosas, más trámites, y eso es muy pesado.

Después está también la crítica gratuita. Yo me he ganado muchos enemigos que a día de hoy no conozco, ni me conocen personalmente. Y se creen con todo el derecho de meterse hasta en mi vida personal. Eso también cansa. Y hay un cúmulo de pequeñas cosas, pero quizás esas hayan sido las peores de llevar.

Te aparecen problemas, porque es normal, el cargo lo lleva, pero creo que se le da una importancia a un presidente de unas fiestas que quizá no debería trascender tanto a la vida pública, se lleva bastante mal.

Hay que estar en muchísimos actos, compromisos, citas entre semana, con otros colectivos festeros, que al igual que a ellos les gusta estar, a ti te gusta que estén.

Pero a pesar de ser un cargo agotador, si por algo has destacado durante estos dos años ha sido por luchar por cambiar muchas cosas. De esos cambios, ¿cuáles te han resultado más satisfactorios como presidente?

El acto que más me ha gustado ha sido el desfile de gala de este año. Se han hecho muchísimos cambios. Si sigues una política continuista, es un cargo que se lleva bien. Vas puliendo pequeñitas cosas. Pero lo que nadie podrá negar es que en estos dos años se han hecho muchos cambios.

Si nos fijamos en este año, se cambió el desfile de Mig Any a mediodía, logrando más público. El acto del pregón ganó simbolismo con las banderas en lo alto de la torre del Consell; las entraetas de las recepciones se cambiaron a las 21:30 horas para que hubiera más público. Al desembarco se le ha dado un vuelco brutal desde hace dos años, con sus cositas a pulir, desde luego. Y en el desfile de gala, se ha logrado lo que en 38 años no se conseguía. La gente paraba y se hacía algo tedioso para la gente. Se ha adelantado una hora, y a pesar de salir las capitanías primero, que nadie confiaba en ello, salió un desfile bordado.

La retreta final pienso que es un acto mucho más distendido, ese día la gente tiene ganas de divertirse. Yo se lo dije a todos: tocad lo que os dé la gana, pero no hagáis parones. Fue una retreta muy divertida, y el acto final se trasladó a la plaza del Consell.

Pienso que se han hecho muchísimos cambios y el trabajo se ha multiplicado por diez. Además hemos tenido un problema súper importante con la pólvora este año. Estaba todo en el aire, hasta incluso la Guardia Civil no lo tenía claro, sin ser su culpa desde luego sino porque había leyes moratorias que lo complicaban todo. Hemos superado un año difícil.

¿Cómo ha sido el plantear esos cambios tanto a tu junta directiva como al resto de los festeros?

La Junta Directiva son personas que han confiando en mi proyecto, en esta aventura de locos. Yo tengo la gran satisfacción, y siempre lo he dicho, de que en mi junta directiva nunca se ha votado. Nos sentamos, y se sale cuando hay unanimidad. Después sí que es verdad que lo llevas a los primers tró, que representan a todas las filaes, y ten en cuenta que somos 500 festeros. Entonces hay gente que no está de acuerdo.

El mundo de los moros y cristianos es bastante inmovilistas Estamos en la zona de confort y al cambiar algo, hay gente reacia a ellos. Ha costado mucho, pero muchísimo. Al final, creo que hoy por hoy podrá haber gente en desacuerdo, pero creo que la mayoría de personas estarán de acuerdo en que han sido unas grandes fiestas.

Además de llegar a un consenso en la junta directiva, en las reuniones con primers tros todo se ha votado. Son propuestas que nacen de mí y de la junta de gobierno evidentemente, pero luego se vota. Así que si acertamos, acertamos todos, y si fallamos, fallamos todos.

Visto con perspectiva, ¿cómo ha cambiado tu visión de la fiesta tras la presidencia de la FEMMICC?

Ha cambiado muchísimo, pero no solo para mí, sino para todas las personas que han estado en la directiva. Yo empecé el 4 de agosto de 2011. El 16 de agosto de 2012 era primer tró; al año siguiente entro de vocal en la junta, en 2014 a ser vicepresidente segundo y en 2015 me nombran presidente. Yo lo he vivido todo en seis años.

Ver la fiesta desde dentro, ver los hilos que hay que manejar, te hace cambiar la perspectiva. Antes iba a la cábila y no sabías todo el trabajo que conlleva todo esto.

También te digo que de presidente, no se disfruta igual la fiesta. Cuando era “soldado raso” era todo una maravilla. Ahora, tienes momentos especiales: pienso en el desfile de gala de este año, en los grandes amigos que he conseguido estos dos años y a mí se me quita todo, pero sí que es verdad que no es que no la disfrutes, es que no puedes.

Tienes que estar en todos los actos, tienes que estar bien, en el sitio, te pierdes muchísimas comidas con la “familia”, mi familia son los Hospitalaris, yo les veía a todos de fiesta, sin poder estar con ellos, y yo estaba currando arreglando papeles y demás.

¿Qué va a pasar ahora con la fiesta?

Se ha hecho una reunión de primers tró entrantes y salientes. Hay un artículo en el reglamento que pone que en caso de ausencia, vacante o enfermedad del presidente, pasa automáticamente el cargo al vicepresidente primero, sino al segundo, y así hasta llegar a elecciones. Pero este no es el caso, aquí hay una dimisión, entonces tiene que haber elecciones. Además pienso que es lo mejor.

Para esto hay que convocar una asamblea extraordinaria. Se abrirá un plazo de elecciones del 15 al 30 de septiembre para que se presenten las candidaturas, y el 2 de octubre, que es lunes, se celebraría una asamblea extraordinaria para elegir al nuevo presidente y una asamblea ordinaria en la que cerraré cuentas y el ejercicio.

Pero será la asamblea la que lo decidirá todo.

Esto se acaba, pero ¿te ha quedado algo por hacer?

Muchísimas cosas. Yo he tenido un enemigo muy grande estos dos años. EL peor que pueda tener, y soy yo. Tengo un carácter que no puedo parar. Intento pulirlo todo, mejorar, y muchas veces hay cosas que se me pasan por alto. En la fiesta ha habido cosas excepcionales, pero en cuanto ha habido dos fallos, yo ya estoy pensando en hacerlo mejor y de alguna forma me impide disfrutar de lo positivo.

Me han quedado muchas cosas por hacer. Yo creo que la principal, porque no he tenido tiempo, es declarar la fiesta de Interés Turístico. Es una idea que viene de antaño, y creo que la fiesta de Dénia tiene importancia como para serlo.

A mí me dijo Salva (Gil) una vez, cuando vino de Ontinyent, una frase que se me va a quedar grabada toda la vida: “Dénia tiene unas posibilidades que ni vosotros os creéis”. Y es verdad. Se pueden hacer las cosas bien y de hecho se han hecho bien. Pero no he sido yo, hemos sido todos y si ponemos como ejemplo el desfile de gala... Si el soldado de la escuadra no quiere avanzar, no avanza. Si el cabo de escuadra no lleva a su escuadra, porque al fin y al cabo lleva el desfile, no se avanza.

En este sentido he tenido a dos cabos de escuadra que me han ayudado muchísimo: Juan Sapena, por el bando moro, y Lázaro por el bando cristiano. Fuimos a La Vila con la gente que organizó el desfile de manera excepcional. Y sale excepcional porque el festero quiere que salga bien. Las fiestas somos todos, y si todos queremos que salga bien, saldrá bien.

Yo siempre pienso: el ayuntamiento te da un dinero, aunque a mí me gusta más decir que pueblo te da un dinero. La gente paga una silla por verte, y hay que darles el espectáculo que vienen a ver. La fiesta se ha abierto mucho al público.

¿Te vas con buen sabor de boca?

Sí. Mucho, muchísimo.

¿Qué va a pasar con Miguel Ángel Fullana a partir de ahora?

Voy a continuar en Hospitalaris, tengo ganas de estar en mi filà otra vez. Y salga quien salga, si quiere mi ayuda la tendrá, por supuesto. Yo estoy disponible las 24 horas del día, igual que lo he estado estos dos años. Simplemente voy a estar en la sombra y no saldré en las fotos, porque las fotos valen mucha pasta, tiempo y salud.

La principal razón de todo esto es mi hijo. Mi hijo viene a todas las reuniones, ha venido a todos conmigo. Tiene 10 años y por mi vida personal, está conmigo de lunes a viernes todo el año. En verano está con su mami, tenemos una relación excepcional.

El más contento de que pase todo esto es él. Fue el que más se alegró cuando salí presidente, pero también el que más se ha alegrado de que dimita. Además mi pareja es de fuera, y yo necesito tiempo para ella. Yo calculo que al final del año, 20 de mis 30 días de vacaciones los dedico a los moros. No tengo tiempo para mí.

Uno de los puntos del día será el cambio del artículo 16 de los estatutos. Porque pienso que lo ideal son dos años de presidencia. Cuatro años desgastan a la persona. Además tiene que entrar gente con savia nueva, con ganas de hacer las cosas, y lo ideal es que el presidente anterior esté codo con codo con el presidente que entra.

Porque aunque lleves muchos años en la fiesta, no es igual. Cuando eres presidente llega un momento en que no sabes por donde te van a dar. Cuatro años es una barbaridad.

¿Qué recomendarías a la persona que asuma tu cargo?

La unidad. Hay que intentar estar unidos, cada uno desde su idiosincrasia. Cada fester tiene una forma de ver las cosas, pero si queremos triunfar tenemos que ir de la mano, y esto se ha demostrado en el desfile de gala. Todos estábamos concienciados, desde el capitán hasta la escuadra de capitanía en la que desfila por primera vez un chiquito de 18 años.

Hay que respetar a las mayorías, escuchar a todo el mundo y hablar mucho para lograr el consenso.

¿De quién te acuerdas especialmente en tu despedida?

Estoy contentísimo. Creo que las fiestas, y no yo, nos vamos por la puerta grande. Las fiestas han quedado en un lugar genial. Lo dije en el acto final, si hubiera soñado unas fiestas como presidente, me hubiera quedado corto, y mira que conmigo soy crítico. Ha salido todo bien, pero porque todos hemos ido en la misma dirección.

También hay gente que trabaja muchísimo desde la sombra, que no se le ha visto, y es importante reconocer su labor. La junta directiva ha trabajado muchísimo. Y desde el amor que les tengo a todos hay que destacar la figura de Antonio González, es un caballo ganador. No me he preocupado de nada del tema monetario, porque es un hacha. Es una maravilla. Estoy tranquilo con él. Estoy contento y he de decirte que voy a cerrar otra vez con superávit.

Luego Paloma… Yo he vivido muchas cosas con ella, muchas. Ha sido mi todo: mi amiga, mi consejera, la que me ha aguantado llorar, riéndome. Lo que ha trabajado esa chica, eso no se paga con dinero. Ella es… me emociono al recordarlo. Y el trabajo que ha hecho el pobre Leo aguantándole a ella (risas).

luego José Argudo. Me ha ayudado hasta arriba. Y el trabajo sucio que no se ve, todo lo ha hecho él, y eso es de agradecer. Estoy contento con toda la directiva, pero con estas tres personas, especialmente.

Darles las gracias a todos los primers tros, capitanes, abanderados, también a los de 2018, a los que apenas conozco como presidente, a los darrers tros 2017 darles la enhorabuena por todo y a los primers tros 2016 la enhorabuena también ....siempre serán mi primer amor.

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