«La defensa de la valencianidad pasa por no ensalzar a quien la ningunea»

Muchas veces vemos con una mezcla de tristeza y conmiseración los esfuerzos que hace la izquierda valenciana por ir programando nuestras mentes a favor de sus pretensiones nacionalistas, algunas con un proselitismo a favor de la Nación Catalana más que preocupante para la Identidad Valenciana. La hoja de ruta que aplican ya se siguió durante décadas en Cataluña con los resultados actuales.

Gent de Dénia

Entonces eran los independentistas catalanes los que subvencionaban a las asociaciones y partidos PARA que les ayudaran en sus pretensiones. Se creaban asociaciones de todo tipo con el objetivo de hacer ver a los que tenían algún sentimiento valenciano o balear propio de que lo correcto es unirse a las directrices emanadas desde Barcelona y aceptar el catalán moderno como la única «Llengua», con todas las connotaciones anexas.

Por esa vía hemos llegado a tener una avenida en Dénia dedicada a un tal Joan Fuster, pancatalanista de pro, que nos dejó una perla como que «El único futuro normal de la Comunidad Valenciana es la incorporación a una entidad suprarregional, los Países Catalanes». Es parte de la progresiva colonización con iconos artificiales como el hecho de apropiarse del Rey de Aragón Don Jaime I el Conquistador y su bandera como símbolos del catalanismo. Más anecdótica fue la catalanización del Pan con Tomate murciano, pero no tanto que en Dénia tengamos una Glorieta denominada «del País Valenciano», otra invención inexistente de los precursores del sometimiento a Cataluña.

Esta semana pasada hemos visto colocar con toda la pompa y boato un busto dedicado a D. Andrés Estellés, realzando su calidad de poeta de origen valenciano y silenciando su marcado carácter catalanista. Gent de Dénia defiende que la colocación de placas, estatuas, bustos y cualquier otra manifestación de reconocimiento deben realizarse bajo un criterio total de asepsia ideológica.

Resulta que el escritor valenciano Blasco Ibáñez o el pintor valenciano Sorolla no tienen ni busto, ni calle, ni
avenida, ni siquiera un triste callejón sin salida en su nombre en todo el Término Municipal de Dénia. Como dirían ellos mismos: «¡Aún dicen que el pescado es caro!». Resulta indefendible enterrar en el olvido a estos y traernos a los Fuster y Estellés del turno de guardia ideológico.

Gent de Dénia no asistió por convencimiento a la inauguración, defendemos a Dénia y creemos en una Comunidad Valenciana con personalidad e idioma propio. Respetamos a quienes tengan otras ideas, pero no nos hagan comulgar con ellas.

Gent de Dénia