Tras casi dos semanas de incertidumbre, donde los rumores han estado a la orden del día, parece que Compromís per Dénia ha tomado una decisión. Y esta es quizá la más difícil que han tenido que tomar en la historia de la formación valencianista en la ciudad. ¿Formar gobierno con el PSPV, dejarlos fuera del Ayuntamiento a favor de la derecha o permitir un gobierno en minoría?
La solución, finalmente, era la más sonada. «Hemos decidido dialogar con el PSPV para acordar el futuro de Dénia de manera compartida y convertirla en capital valenciana de las políticas progresistas». Rafa Carrió acepta la mano tendida de nuevo por Vicent Grimalt y el PSPV de Dénia, por lo que volverán a formar equipo para sacar adelante el Ayuntamiento de la ciudad. Se reedita de este modo el Acord del Castell que tuvo lugar en la legislatura de 2015-2019, pero con grandes diferencias.
Aunque aún no se han concretado los términos del acuerdo, ya anunciaba Compromís que las condiciones no serían las mismas. De momento lo único que se conoce es por medio del comunicado emitido por la formación a primera hora de la noche del jueves.
Sean cuales sean las condiciones, el objetivo de Compromís será, sin duda, lograr la visibilidad y el reconocimiento del que careció el trabajo realizado por la formación durante el Acord del Castell de 2015.
Será mañana cuando se conozcan más datos del acuerdo, pues ambas formaciones harán una rueda de prensa conjunta para atender a los medios. Pero lo que ya se sabe es que Dénia será, como apuntaba Compromís en su comunicado, «territorio Botànic».
Una decisión difícil
Teniendo en cuenta el pasado reciente de la formación, la decisión era bien difícil. Compromís salió penalizada del último Acord del Castell con el que gobernaron junto al PSPV. Algo que no les sucedió a sus socios, pues repitieron con mayoría absoluta. Tras esto, probaron suerte como primera fuerza de la oposición, lo que no se tradujo tampoco en un mayor apoyo electoral. Teniendo esto en cuenta, eran ellos los que han tenido que decidir a qué atenerse.
Las voces en contra y a favor de cualquiera de las decisiones ya se esperaban por parte de la formación de Rafa Carrió. No obstante, tras varios días de reuniones y, seguro, mucha reflexión, han dado el paso y han decidido apostarlo todo por un gobierno progresista.
Vos oblideu d’Altea 😉
Sólo ver las caras de estos jetas se me revuelve el estómago.Como puede ser que Denia sea casi la única ciudad de España donde se haya mantenido este desgobierno, obsesionado con unas políticas super radicales y sin ningún miramiento con los ciudadanos, que somos los que pagamos el dinero que ellos invierten en dejar Denia como la palma de mi mano??
El descontento es generalizado ,pero los españoles no tenemos las narices de salir a la calle y exigir lo que todos queremos;que Dénia vuelva a ser lo que era antes de entrar ellos a desgobernar!!!! Aquí,o te vas de Denia,o no hay otra.
Pues arrea
Y yo me voy detrás .
Aquí no hay futuro.
Si será mejor que te vayas de Dénia, no dices más que tonterías.
Capital Valenciana del desastre.
España tiene que ser un Estado Federal, como Estados Unidos.
Tiene que ser los Estados Unidos Españoles.
El Segundo Centro de Salud ni se hará.
El «tranvía» con Gandía tampoco.
El Teatro-Auditorio en el puerto tampoco.
El Centro Comercial en el parking del trenet y la «nueva» Estación de Autobuses en Miguel Hernández tampoco.
Desde el Partido Revolucionario Federalista seguiremos insistiendo en políticas de avance
Esta muy bien hacer la gracia una vez. Hacerlo 40 veces parece que tienes problemas mentales.
Te parece gracioso que no se vaya ha hacer el Segundo Centro de Salud???
Los problemas los tienes tú
Pues como el pacto del Botánico en el 2015 ¿ Dónde está la novedad para colgarse esas medallas oxidadas?
La novedad esta que te la vuelven a meter doblada con el comprometido de alcalde.
Para eso tendría que haberles votado y va a ser que no. Pero parece ser qve hay un porcentaje alto de Dianenses a los que les encantan ese tipo de prácticas más los subvencionados que todos sabeis quienes son.
Bienvenido, Mister Marshall