Un año más, las 15 filaes cristianas y moras de Dénia demostraron estar a la altura que la fiesta merece sacando sus mejores galas en el desfile que recorrió el centro de Dénia el pasado domingo por la tarde.
Más de 40 escuadras celebraron el 30 cumpleaños de la fiesta, que sin duda se sitúa entre las más completas de la Comunitat por la vistosidad de sus trajes y la imaginación de los boatos de las capitanías.
Abrió el desfile el bando cristiano a las 19 horas. Las tropas cristianas, encabezadas por la filà Almorgàvers, sirvieron de antesala al vistosísimo boato que tenía preparado la capitanía cristiana. Los Mozárabes convirtieron la calle Marqués de Campo en un improvisado mercado. Mercaderes, caballos, bueyes arrastrando la carroza de los abanderados, una escuadra de recortadores y las escuadras de la filà arroparon al capitán, Antonio González, y las abanderadas, Marta y Julia González.
Finalmente los mayorales sí que participaron en el desfile, sirviendo de separación entre ambos bandos y luciendo unos trajes preciosos.
El bando moro se abrió paso con la capitanía de la filà Amazigh, donde destacaron la carroza de la capitana Faieza Yuones y un ballet muy original que hizo partícipe a la gente del público con sustos y gritos que contribuyeron al espectáculo.
Las demás filaes moras echaron el resto en un desfile que se alargó más de tres horas y media pero que fue capaz de matener al público expectante ante la música y el color que por una tarde reinaron en las calles de Dénia.