La gran batalla de las familias con perros está a punto de lograr un gran avance para disponer de un espacio en condiciones donde disfrutar juntos de la playa. Es una de esas reivindicaciones históricas que arrastran el debate que nos visita, cual turista, cuando el mar apetece: ¿qué pasa con la playa de perros?
¿Y qué pasa? Que tras años de quejas de los usuarios por disponer de un recoveco que decían no ser suficiente para poder disfrutar de la playa con sus familias al completo, miembros perrunos incluidos, parece que al fin habrá una ubicación con suficiente extensión como para jugar a lanzar la pelota a una distancia amable con esa actividad ociosa.
Todo apunta a que la zona dedicada a los canes se trasladará de la actual al otro lado de la escollera. El mismo lugar que sirve tanto para desembarcos moros como para montar cometas de kitesurf, ahora parece que acogerá a los perros dianenses y sus familias. No obstante, según el concejal de Playas, Pepe Doménech, aún esperan la respuesta de Puertos, presumiblemente favorable, a la solicitud del traslado que enviaron hace dos semanas.
Este cambio de lugar atiende, según el concejal, a que la playa anterior ya apenas disponía de arena, lo cual hacía imposible llevar tareas de recogida de algas y posidonia por la falta de espacio para maquinaria. Ahora, si finalmente se materializa el traslado de la playa, solo quedará esperar que puedan convivir perros y kitesurfistas en su paraíso compartido.
Al final tendrán más espacio los perros que las personas, en fin la nueva normalidad
Respetando siempre el espacio para todos y siempre siendo una responsabilidad del dueño después van por los lugares no asignados y muchas veces sin control. Muchas veces parece que tienen más espacio que los niños o adultos,
Pues a ver si es verdad y se limitan a estar en los lugares asignados. Porque muchos no se enteran que está prohibido pasear los perros por la playa y en muchos casos sueltos. Imagen muy habitual en Dénia.