Las fiestas de Moros y Cristianos de Dénia llegaron ayer a su fin. Lo hicieron con la jornada más desconcertante, en la que la programación se fue reinventando conforme avanzaban las horas y probando nuevos cambios de ubicación que provocaron que perdieran fuerza algunos eventos.
El último día de las fiestas, el de la resaca del desfile de gala, todavía guarda varios ases en la manga. Suele contar con citas muy esperadas por festeros y seguidores de los Moros y Cristianos, como son la Batalla de alcabucería, el Milagro de la Niebla y el castillo de fuegos final. No obstante, una serie de decisiones hicieron de este Sant Roc único.
El primer plato fuerte del día iba a ser la Batalla de alcabucería que se llevaría a cabo en la calle La Vía. No obstante, de forma apresurada, casi improvisada y sin avisar, se decidió celebrar en el mismo lugar y casi al mismo tiempo el Desembarco Moro. Éste tenía que celebrarse el pasado sábado, pero se suspendió en el último momento por el fuerte viento. Por tanto, decidieron celebrar un trasunto de éste, mezclándose con la Batalla de alcabucería, y casi a escondidas, pues faltó difusión sobre este cambio en el programa.
Castillos de papel
Por la tarde, el Milagro de la Niebla se estrenaba en su nueva ubicación, La Vía nuevamente, la cual no le ha sentado muy bien. El último año se celebró en la plaza del Consell, creando un escenario idóneo con el castillo de Dénia de fondo y permitiendo que los curiosos pudieran acercarse y disfrutar del acto. Con La Vía se ha sustituido nuestro histórico monumento por un pobre castillo de pega que ha levantado polémica entre las filaes.
Del mismo modo, la distribución del escenario (a lo largo de la calle) no beneficiaba en absoluto a la niebla, que aunque parezca poco importante es el elemento principal de la cita. Mientras que en el Consell se acumulaba alrededor de los intérpretes del acto por la arquitectura del lugar, esta vez el humo tal como salía de los cañones se perdía dirección el puerto. Un milagro sin mucha niebla.
No está la Marina Alta para tirar cohetes
Para concluir, un último evento cuyo cambio que era casi una obligación moral y cuya modificación se intentó evitar hasta el final: el castillo de fuegos. Se canceló por falta de dotaciones de emergencias, pues media Marina Alta se encuentra en llamas y no hay recursos para fiestas. Ahora bien, es hasta triste pensar que si hubiesen podido destinar un equipo de bomberos a un espectáculo pirotécnico se hubiese prendido la mecha pese a la alerta por riesgo extremo de incendio y la situación actual de la comarca.
La decisión fue la acertada, pero se esperaba de la capital de la Marina Alta una respuesta más tajante y solidaria, y no cancelando apenas cuatro horas antes de dar comienzo y porque «la movilización de los efectivos de emergencias en el incendio de Les Valls impide por motivos de seguridad el disparo del castillo de fin de fiesta».
Cuatro décadas bien celebradas
Una última jornada que, de todos modos, no puede eclipsar la gran semana de fiestas pese a haber tenido tanto en contra. Los Moros y Cristianos han celebrado sus 40 años con un programa a la altura de una Fiesta de Interés Turístico Autonómico. Quedan cosas por pulir, pero las filaes pueden estar orgullosas por su gran regreso y la expectación generada. Miles de personas estarán atentas el próximo verano a la gran fiesta del agosto dianense.
I had seen many paredes but this one had being the best. CONGRATULATIONS TO ALL THE TEAM .
a mi me parece un acierto porque lo ancho de la calle puede ubicar muchas mas personas que la plaza del consell para mi este año a sido el mejor en 40 años felicidades a todos los participantes el año que viene mas y mejor porque ya habremos superado los puequeños errores enhorabuena y chao
A quién se le habrá ocurrido lo del castillo prefabricado, teniendo la plaza del Consell? La calle de la vía tiene edificios horribles, algunos para derribo, y «lucen» bien en las fotos. Vamos, que no dan ganas de acercarse a la fiesta.