La protectora de animales APAD, en peligro de desaparecer

La APAD (Asociación Protectora de Animales de Dénia) atraviesa por unos duros momentos de desgobierno. El presidente de la asociación, Michel Maquet, fue reemplazado de su cargo y actualmente se encuentra negado de sus funciones habituales en su lucha contra el abandono animal. Denia.com tuvo la oportunidad de reunirse en privado con Maquet y éste explicó la situación desde su punto de vista. Además, aportó decenas de documentos oficiales que desmienten ciertas acusaciones lanzadas hacia su persona, así como libros de contabilidad y actas que reconstruyen los hechos cronológicamente.

En la asamblea de la APAD del 16 de mayo de 2011, Maquet expulsó a los cuatro vocales de la junta directiva del grupo de socios (Monika Freund, Peter Franz, Marion Vogt y Hiltrud Mohr) por acusar al presidente, durante esa misma asamblea, de ladrón. Anteriormente, tras comprobar de primera mano las cuentas, ya habían reconocido su equivocación y calificado el incidente como un "malentendido sin importancia". La salida de estos miembros de la asociación fue refutada en los juzgados por no seguir los pasos adecuados.“[…] me equivoqué. Reconozco que, por desconocimiento, no lo hice según los protocolos que establece la ley”-asegura el presidente. Los cuatro vocales fueron readmitidos y comenzó una guerra abierta. En ella, los cuatro votos de los vocales pesan más que los tres votos de Maquet y el resto de la directiva.

En este contexto, los vocales se sintieron con la potestad suficiente y realizaron diversas acciones en contra de la voluntad del presidente. Maquet asegura que cambiaron las cerraduras del local de trabajo de la APAD e incluso se dirigieron al banco con un documento, rubricado por ellos mismos, para ejercer plenos poderes sobre la cuenta de la asociación. Mientras tanto, consiguieron publicar diversos artículos en prensa acusando al presidente de maltrato, desatención de los animales, represalia contra los miembros alemanes de la asociación, no realizar las juntas periódicas establecidas y llevarse dinero y bienes de las arcas de la asociación; entre otras acciones que, supuestamente, Maquet ha llevado a cabo.

En las cuentas, que Maquet ha enseñado varias veces a quien lo ha solicitado, puede comprobar que en el verano de 2006 la APAD iba a desaparecer ya que carecía de los fondos necesarios. En el acta de la última junta el anterior presidente, Roland Ingold, muestra su preocupación por la falta de medios (723€ en cuenta) y anunciaba la desaparición inminente de la APAD. En ese momento, nadie quería hacerse cargo de la directiva y Maquet relevó a Ingold en el cargo. Entonces, el ahora presidente de la asociación comenzó a buscar mejoras en las relaciones con el consistorio y a gestionar las primeras subvenciones y ayudas materiales. En cuanto al servicio de recogida de animales y cuidado de los mismos, Maquet se dirigía personalmente a lo diversos puntos de abandono y prestaba la atención telefónica de la APAD. Todo esto en un horario de 24h al día durante todos los 365 días del año. El resultado en la actualidad: 3.130€ saldo en las cuentas, a expensas de cobrar el convenio de 36.000€ con el Ayuntamiento y un segundo pago de 10.000€ por el servicio de recogida de animales, lo que supone un crecimiento económico de 48.407€ en la asociación.

Por último, cabe destacar el envío de ejemplares de animales extra autóctonos a diversos parques de conservación y zoológicos que la APAD ha realizado durante el mandato de Michel Maquet. Especies a las que no se les ha podido dar un cuidado óptimo desde las instalaciones municipales y cuya mejora de condiciones se ha gestionado íntegramente por la asociación.

El presidente confesó que no cree que los nuevos autoproclamados dirigentes de la APAD vayan a tener la misma dedicación.

Maquet aclama a la cordura y exige una pronta junta general con todos los socios

Michel Maquet exige una pronta junta general en la que se clarifique, por votación, quienes van a encargarse de dirigir la asociación. De lo contrario, avisa, el Ayuntamiento se cansará de esperar una solución. “Por culpa de este desajuste, el concejal Javier Ygarza me llamó extrañado y me advirtió que si no se soluciona esta situación se cortará el grifo y se montará una perrera”. Este asunto uno de los que más preocupa a Maquet, ya que, piensa que por encima de una lucha de poder en la asociación están los animales. De abrirse una perrera, los animales perderían el derecho de su redistribución y, por tanto, el derecho a emprender un nuevo viaje con una familia que les pueda dar un buen futuro.