Los jugadores que componen la plantilla del CD Dénia no entrenaron este jueves, como es habitual, en su segundo día de entrenamiento semanal. Cambiaron el terreno de juego por el vestuario donde hubo reunión con parte de la directiva. Una reunión motivada por el descontento que existe a día de hoy con la gestión que está llevando a cabo la directiva que preside Gema Estrela.
Los jugadores, hartos de largas y más largas, optaron por no entrenar y que fuesen los capitanes los que intentasen negociar el pago de las mensualidades pendientes que se tiene con ellos. Un ambiente enrarecido que no es lo mejor para un equipo que afronta el inicio de la segunda vuelta de la liga en el segundo puesto de la clasificación.
En el plano deportivo las cosas están saliendo bastante bien, ya que una de las premisas que se le pidió al entrenador Diego Miñana era que el equipo jugase la promoción de ascenso.
Otra cosa es la gestión económica. El hecho que el máximo patrocinador de la temporada pasada haya dejado de prestar su apoyo al club es algo que ha marcado la gestión. Se ha trabajado y se trabaja en la posibilidad de encontrar otro patrocinador, pero hasta el momento no ha habido acuerdo alguno con ninguna empresa. A esto se une el coste de una plantilla que es de las más caras del grupo, y lo peor es que no se ve una solución a corto plazo. A diferencia de otras temporadas, tampoco se puede echar mano de los jugadores locales, que en su mayoría, por unas razones u otras, se han visto obligados a dejar el club y ahora militan en otros equipos.
La situación es preocupante y aunque no ha llegado al limite parece que el clima no es el mejor de cara a las próximas jornadas.
Primero el Dénia Futsal y ahora el CD Dénia. Aquí hay algo que no funciona, y no precisamente en el plano deportivo, en un equipo que va segundo en la clasificación. Ánimo a esos jugadores, estáis en vuestro derecho de protestar, y de cobrar lo que se os debe.
Desgraciadamente, este es el pan nuestro de cada día en el fútbol aficionado, todos los años hay casos así. El CD Dénia se presentó como un proyecto ambicioso en lo deportivo y en lo económico, que me parece bien, eso sí, siempre y cuando haya un equilibrio financiero. No es de recibo que los jugadores tengan problemas de pago, y todavía más a mitad de temporada. El que paga, descansa. Pero el que cobra, más.
Como aficionado del Dénia, prefiero ver un club saneado económicamente a media parte baja de la tabla, que un club arriba con problemas de pago, porque en un momento u otro explotará y el final puede ser catastrófico (vease el desaparecido Denia Futsal, que ahora, refundado en el CFS Mar Dénia, arrasa con unos buenos jugadores y una buena gestión).
Desconozco los salarios de los jugadores, o las primas o pluses que tienen, y que ojo, deben pagarles hasta el último céntimo, pero pienso que pueden ser más altos de lo normal, provocando déficit en el balance económico.
Si no se puede fichar mejores jugadores porque cobran más, pues no se fichan. Si un jugador no acepta una renovación porque no se le ofrece suficiente dinero y no hay más, pues no se le renueva. Si no se puede dar más dinero por victoria, goles o portería imbatida, pues no se da. Si no se puede contar con un autobús, y es más económico el alquiler de furgonetas, pues entonces se va con furgoneta. Lo primero y principal es que jugadores, cuerpo técnico y empleados del club cobren.
El Dénia no es el Barça o el Madrid, no van a mirar con lupa los resultados. Habrá aficionados que quieran que el Dénia juege la Champions, vuelva a Segunda B, esté en Tercera o le de igual en que división esté, pero si el club mantiene su identidad, está saneado económicamente, y se hace uso de la cantera, los resultados darán igual, no se le podrá reprochar absolutamente nada a la Presidencia y a la Junta Directiva. Señores, espabilen, que el C.D. Dénia está herido pero no queremos que muera.
Es que la preferente se tendría que hacer con jugadores locales y no de fuera