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La odisea de un dianense para volver a casa desde Italia

28 de marzo de 2020 - 01:00

El pasado martes día 24 de marzo, el Gobierno español organizó un viaje de repatriación para los españoles que permanecían en Italia, entre los que se encontraba Alberto Blanquer, un dianense de 32 años desplazado allí por motivos de trabajo. El ferry salió desde Civitavecchia con destino a Barcelona, y en opinión de Alberto, "el barco fue un lugar de mucho peligro de contagio, porque no se respetaban las medidas de seguridad".

En este video, grabado durante la navegación, muchas personas dan su opinión sobre el trato recibido por parte de las autoridades que debían ayudarlos a gestionar su vuelta a casa.

El testimonio de Alberto

Alberto, pintor de yates profesional, ha formado parte de este viaje. Se encontraba en Italia contratado de forma puntual para pintar una embarcación, cuando en el varadero donde tenía que trabajar surgió un caso positivo de coronavirus. Por ese motivo, se paralizó todo. Él estaba en Viareggio, al lado de Pisa, y tuvo que coger un tren de cuatro horas hasta Roma y de ahí a Civitavecchia.

"Mucha gente no tenía dinero para volver a casa"

No se queja, porque ha tenido más suerte que muchos de sus compañeros de viaje, ya que los costes de su repatriación los ha asumido la empresa que lo contrató, pero "mucha gente no tenía dinero para volver", nos cuenta. Alberto se puso en contacto con la embajada española y con el consulado, y no le solucionaban nada. "La atención para la repatriación ha sido bastante mala, estaban saturados", explica. De hecho, no lo informaron de que había un barco disponible que se estaba preparando entero para españoles: "Me enteré porque llamé yo para insistir en mi situación".

El viaje

Según Alberto, en el puerto de Civitavecchia no estaban preparados para darles la atención que necesitaban: estuvieron muchas horas a la intemperie pasando mucho frío, y las tomas de temperatura que les hicieron fueron dudosas, porque arrojaban temperaturas por debajo de lo normal en una persona.

Para embarcar en el ferry con destino a España, tuvo que firmar una declaración de responsabilidad indicando que:

  • En los 14 días previos al embarque no había estado en contacto con ningún diagnosticado por COVID-19, ni con ningún contacto estrecho de un caso de COVID-19
  • En ese momento no presentaba fiebre, tos o dificultad respiratoria
  • Se comprometía a que durante los 14 días posteriores a la entrada en España iba a aislarse en su domicilio, realizando una autovigilancia de los síntomas del coronavirus
  • Si durante los 14 días posteriores a la entrada en España presentaba síntomas de infección respiratoria aguda (tos, fiebre o sensación de respiración costosa) se pondría en contacto telefónico con las autoridades sanitarias de su comunidad autónoma

Sin embargo, después de esta declaración detallada, en el barco no había ningún tipo de control para guardar la distancia de seguridad.

La llegada a España

"Al desembarcar en Barcelona no nos hicieron ningún tipo de test, y tenías que buscarte la vida para llegar a tu ciudad", explica Alberto. Ya en Dénia, ha puesto en marcha todas las medidas necesarias: ha comunicado su situación en el teléfono habilitado para ello, explicando que acaba de llegar de un país de riesgo, y está siguiendo todas las recomendaciones.

1 Comentario
  1. Ruth dice:

    Es muy muy mal. Cuando llegaron a Barcelona, ​​todos deberían haber estado en cuarentena durante 14 días. Así es exactamente como se ha extendido tan rápidamente en España


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