Desde hace unos años, en varias carreteras de Dénia han aparecido unos adoquinados que distan mucho de las calzadas donde están ubicados. Normalmente coincide con la finalización de una obra que obliga a levantar el asfalto, lo que no explica que esos lugares concretos se desliguen del material colocado, mostrando particulares formas geométricas, parecidas a un camino, hechas de manera intencionada. Y el secreto que esconde no es otro que la sombra de la Dénia histórica.
Son tres los puntos de la ciudad que cuentan con estos particulares tramos. El primero en aparecer fue en carrer Major, casi llegando a la plaza Valgamediós. Durante la remodelación de esa vía a mediados de 2020 se optó por la colocación de adoquines de color tierra y gris para delimitar la zona de paso de vehículos y la estrictamente peatonal. No obstante, en el mencionado tramo aparece una forma semicircular seguida de una amplia franja recta en diagonal con un material completamente distinto, con otro color y que destaca a la vista.
Lo mismo apareció unas calles más abajo, en carrer Montcada, así como en la otra punta de Dénia, en el principio de carrer Colón. En estas dos últimas ocasiones se trata de lo que a priori parecen parches de adoquines en un asfalto liso común. ¿Qué hay detrás de esto?
Más que detrás, el secreto está bajo el asfalto. No se trata de ningún descuido ni de ningún toque creativo de los equipos que han trabajado en esas carreteras. Se trata de un proyecto con el que el Ayuntamiento de Dénia quiere sacar a la luz parte de la historia arqueológica de la ciudad que había quedado en el olvido. Bajo tierra. Se trata de marcas para señalar el paso de las murallas que siglos atrás defendieron la ciudad.
La sombra de las viejas murallas
En el caso de Colón, el adoquinado muestra el paso de la muralla que protegía la medina islámica de Dénia, la cual se dejó perder después de la Reconquista hasta su desaparición casi completa, a excepción de algunos restos que aguantaron un poco el paso del tiempo. Tras una obra reciente en la carretera se comprobó el paso de ésta por el lugar, lo que animó a la creación de esa sombra visible en la superficie.
En carrer Montcada y Major el motivo es el mismo, pero lo que ahí se refleja es la muralla más reciente que protegió en núcleo posterior al castillo hasta el siglo XIX. Esos muros que protegieron Dénia de varias guerras fueron tirados abajo en 1869 para poder ampliar la ciudad y extender los barrios más allá de esas físicas fronteras de piedra.
Son los primeros, pero desde Cultura esperan seguir ampliando estas marcas cada vez que aparezcan restos de desaparecidas murallas bajo la superficie, así como lo hacen otras ciudades con mucha historia, como Roma.
