El pasado miércoles arrancó la temporada alta en las playas de Dénia y con ella se reforzó el servicio de vigilancia y socorro que emprenden cada año los trabajadores de Cruz Roja Dénia. ¿El objetivo? Garantizar que en una costa geográficamente tan compleja como la nuestra, con 20 kilómetros de playas cada una de ellas con sus particularidades, se pueda disfrutar del baño de la forma más segura posible.
Y a este año, además, se le debe sumar un obstáculo extra: la sombra constante de la COVID-19. No va a ser una temporada al uso, desde luego. Mientras que los veranos anteriores era en el agua donde se encontraban los principales riesgos, ahora también en tierra se deben extremar las medidas de seguridad, tal vez más que en cualquier otro lugar.
Además, pese a que en un principio parecía que 2020 tendría una temporada estival floja, los primeros días del verano ya dejan ver que la asistencia será mucho mayor de la esperada, con playas que llenan su aforo más limitado que nunca en apenas un par de horas.
Para conocer cómo el amplio equipo de Cruz Roja afrontará esta temporada tan singular, nos desplazamos hasta el puesto de vigilancia de Punta del Raset, donde el coordinador del servicio de la costa dianense, Jordi Muñoz, nos recibe junto a los socorristas de esa playa.
PREGUNTA. ¿Qué ha cambiado con la crisis sanitaria?
RESPUESTA. Los socorristas llevan una riñonera con todos los EPIs. Llevan mascarillas quirúrgicas, mascarillas FPP2 para asistir en tierra en caso de algo grave, llevan guantes, gafas y llevan una bata.
La RCP ha cambiado, ya no habrá "boca a boca", así como la actuación en el agua. Es decir, con las víctimas activas y las víctimas con distrés acuático, las conscientes, se va a intentar evitar el contacto con la persona. Se le facilitará la lata de salvamento, que se coja, y a distancia remolcar. No obstante, en una víctima pasiva no hay otra técnica que se pueda utilizar, por lo que nos tendremos que exponer ya que no puedes ir con el EPI nadando, ni mascarillas ni guantes y, a día de hoy, no existen EPIs que se puedan utilizar en el agua. En el agua no hay nada.
P. Claro, porque si no la opción es quedarte mirando a que llegue el recurso con las EPIs, en este caso embarcaciones, ¿no?
R. Exacto, pero aquí no puedes. Son situaciones que nos obligan luego a lavar y desinfectarnos constantemente, y luego controlar los posibles síntomas que vayan apareciendo. A parte, debemos extremar las precauciones: más concienciación de lavado de manos y mascarilla siempre para evitar posibles contagios entre socorristas. Porque no hay nada estipulado. Llevamos un control de las atenciones que hacemos, pero es imposible hacerlo de cada contacto entre los mismos socorristas o con bañistas que solo preguntan.
P. En el caso de las ambulancias, ¿qué medidas se toman?
R. Depende de la actuación que sea. Sí van a llevar mascarillas FPP2, guantes de protección, y si podemos interactuar con la persona y nos dice que no ha tenido síntomas, no ha estado aislada y no tiene ningún familiar que ha tenido COVID, se le hace una entrevista general y si vemos que no tiene fiebre tampoco actuaremos “normal” sin usar el buzo, solo con las batas.
Las batas son las que tienen los socorristas para una primera intervención. Son de un solo uso y más rápidas de colocar, por lo que el tiempo de reacción será inferior que con la equipación más segura. Usamos el buzo para las asistencias graves o RCP, siempre que se use oxígeno, con unas gafas de protección, doble guante y la FPP2 a la vez.
P. ¿Y cómo es el traslado en embarcaciones?
R. Cuando es una víctima consciente le facilitaremos una mascarilla y le ayudaremos a subir, siempre llevando nosotros protección. En víctimas ahogadas, en la moto, va a haber contacto. Lo que ha cambiado es que antes la víctima se ponía bocarriba en la tabla y el socorrista se acostaba encima de ella bocabajo, igual que la en la embarcación, para evitar tener las caras juntas durante el traslado. Lo demás no cambia.
Eso sí, ahora si la persona no sabemos si tiene o no COVID lo tratamos como posible COVID, con desinfección y seguimiento constante.
También desinfectamos las embarcaciones todos los días en el puerto para que al día siguiente las pueda volver a coger sin peligro el que llega después. Pasa lo mismo con los quads.
P. Pero lo que más se repite en el día a día no son los rescates, sino las asistencias leves. ¿Cómo se actúa con las picaduras de medusa, peces araña o heridas?
R. Las asistencias las hacemos siempre fuera del puesto. La enfermería de los puestos está reservada ahora solo para las asistencias graves, porque se tendría que desinfectar completamente todo.
Cuando hay una asistencia leve les invitamos a esperarse a los usuarios mientras les damos una mascarilla que deben ponerse y les invitamos a lavarse las manos. Cuando nos hemos puesto los EPI, sacamos el material y le atendemos en el exterior.
Durante este año por prevención y tras un estudio por parte de la Institución en coordinación con agentes sanitarios, se ha acordado que el sistema de curas cambia de tal manera que si no es una herida grave la indicación es que le facilitamos a la persona el material para su cura y en la medida de lo posible nosotros no tocamos a la persona. Si es grave por supuesto que actuamos.
P. ¿Qué cambia en la temporada alta?
R. Del 1 de julio al 31 de agosto aumenta el número de recursos y sillas de vigilancia.
P. ¿Se ha hecho algún cambio en la plantilla por la crisis sanitaria?
R. Este año tenemos 12 agentes de sensibilización repartidos por las playas, que informarán de la normativa, de los aforos, pero no pueden prohibir nada. Son informadores. Quien quiera incumplir, incumple.
Tenemos 8 personas diarias para desempeñar la labor de informar. Una en Bovetes, una en Les Marines, una en Punta el Raset y tenemos dos puntos de información, uno al final del puerto y otro en la Marineta Cassiana. Ahí la gente puede acudir para asesorarse o ver dónde están los entradores en las playas o cualquier otro tipo de información.
En Les Rotes habrá en El Trampolí otra persona, en El Fresquito otra y en Ca Nano otra. No quiere decir que estén fijas, sino que estarán en la playa paseando alrededor informando.
Si no hay aforo en la playa lo comunicarán y ofrecerán alternativas más seguras.
Tienen formación en primeros auxilios, pero no se van a dedicar a asistir ni vigilar, solo a informar. Ahora bien, si pasa algo delante de ellos nos avisarían para actuar nosotros.
P. ¿Es necesaria su labor?
R. En el poco tiempo que estamos trabajando en el servicio de vigilancia la veo muy necesaria. Hay gente que sí mantiene la normativa, pero otra que no, o por desconocimiento o por cabezonería. Ahí sí que veo que están haciendo una labor muy intensa de informar constantemente.
Luego requerimos la concienciación de cada persona, porque nuestra labor es únicamente la de informar de la normativa para que ellos la apliquen. Nosotros no podemos obligar.
Sin ellos nosotros no podríamos asumir ese trabajo. Piensa que si el socorrista que está vigilando la lámina de agua a parte tiene que estar vigilando tierra pierde vigilancia el agua. La doble función no es viable.
P. ¿Cómo funciona el tema de los aforos?
R. Es muy difícil de controlar cuando hay un aforo completo. Por ejemplo, en El Fresquito, el aforo es de diez personas y llega la policía con éste sobrepasado. ¿Quién está incumpliendo? ¿Quién ha llegado antes? Es muy difícil actuar.
P. ¿La gente cuando se comunica que el aforo está lleno, o lo ven ellos al llegar, pega media vuelta?
R. La gente a nivel general está respetando las normas, saben que es por su seguridad y que la autoprotección salva vidas, por lo tanto, cuándo avisamos suelen decidir cambiar de playa. Hay siempre excepciones, pero en esos casos es competencia de los cuerpos de seguridad actuar.
P. ¿Y las nuevas delimitaciones por zonas en la playa se respeta?
R. Mayoritariamente sí. En las playas de arena sí lo respetan mucho al estar los agentes informando constantemente. Además, ahora que aún hay menos afluencia se nota que la gente lo entiende.
Además, es algo que ya se hacía parecido. Siempre hemos dejado un espacio para andar y la gente se ponía detrás. Y del mismo modo intentaba mantener la distancia, no querían compartir toalla. Ahora bien, hay zonas como Blay Beach y Les Rotes que sí son más concurridas y los aforos se llenan enseguida.
P. ¿Cómo será el servicio de baño asistido?
R. Tenemos un horario para coger cita, de 10:00 a 13:00, para el servicio que estará en julio y agosto. Todo usuario que quiera darse un baño con asistencia, ya sea un anfibuggy o una muleta, tiene que coger la cita. Sin ella no se realiza el baño.
La norma general es la de siempre: solo se podrá realizar el baño con bandera verde. Eso sí, debido a la COVID el uso de mascarilla será obligatorio y el usuario deberá venir acompañado de dos personas, que serán las que se encarguen de dar el baño.
Nosotros solo seremos prestadores del material, anotaremos los datos y lo desinfectaremos. Las playas que tienen el servicio serán Punta del Raset, Marineta y Bovetes.
Dividiremos en dos zonas el lugar del servicio. Una que llamaremos la limpia que es donde el material estará dispuesto para usarse, y la sucia que es donde se dejará una vez usado para que lo desinfectemos.
P. ¿Hasta cuándo tiene el convenio la Cruz Roja?
R. En principio este año y un segundo más que será de prórroga. Nosotros damos un servicio preventivo que busca mejorar en seguridad. Consideramos que cada año creamos un servicio de mayor calidad y más enfocado a la prevención, sensibilización y concienciación de la población, la pretensión de seguir dando respuesta a las necesidades sociales. Cruz Roja Denia lleva más de 30 años prestando este servicio y consideramos que tenemos un gran bagaje profesional en la cobertura del servicio y que ponemos todo nuestro empeño para dar respuesta a una realidad cambiante.
