Han concluido los trabajos de restauración del retablo de La Santísima Sangre, las cuales
comenzaron el 5 de mayo y se han prolongado durante cinco semanas. La finalización del proyecto llega a tiempo para la celebración de las fiestas patronales que darán comienzo este fin de semana.
El retablo, que se encuentra en la iglesia del Convento de las Hermanas Agustinas y en el que descansa la imagen de la Santísima Sangre, posee gran carga simbólica, así como religiosa y artística. A lo largo de cinco semanas se han realizado diversos tratamientos que, respetando de forma total la integridad de este bien cultural, han asegurado la perdurabilidad del mismo. Para ello, se ha contado con un equipo de profesionales que ha trabajado para devolverle el esplendor oculto por el paso del tiempo.
Los trabajos de restauración han estado supervisados por el Profesor Dr. Vicente Guerola Blay, subdirector del área pictórico-escultórica de Instituto de Restauración del Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Guerola calificó la actuación de muy acertada. El retablo estaba concebido para ser policromado y, a pesar de que su calidad artística es notable, la madera no es de gran calidad y necesitaba de este trabajo para su conservación.
La comunidad parroquial de la Asunción, San Antonio y San Miguel, preocupada por la supervivencia del retablo, ha conseguido reunir el total del coste de los trabajos realizados. Los fondos para la actuación provienen de la Cena Benéfica celebrada el 30 de junio de 2018, de rifas y de diferentes donaciones.
