Las obras en Dénia están siendo un verdadero quebradero de cabeza para vecinos y visitantes. Actualmente, con todas las que hay en marcha, el equipo de gobierno se ha visto obligado a modificar incluso la circulación por el centro de la ciudad.
Precisamente los comerciantes de esa zona se manifestaron hace tan solo unos días en contra de las fechas escogidas para la realización de esas obras, y en su protesta contaron con el apoyo de los concejales de Ciudadanos y el Partido Popular en Dénia.
Han sido estos últimos los que se han movilizado para solicitar formalmente al Ayuntamiento que se suspenda la obra de la calle La Mar en los meses de julio y agosto, y que además no se inicie ninguna de las obras planeadas durante esos meses. Así lo elevarán al pleno de este mes, en el que presentarán esta moción "para que no se resienta más la economía del sector servicios de la ciudad".
Dudas sobre la estación de autobuses
Las concejalas del PP Isabel Gallego y Pepa Sivera han informado de esta moción en la Estación de Autobuses de Dénia, hasta donde se han trasladado para mostrar su malestar y disconformidad con el proyecto y el resultado.
Conocedoras de que el equipo de gobierno realizará unas modificaciones para subsanar los errores, las concejalas quieren saber cuánto costarán esas modificaciones y quién se hará cargo de ellas, y por qué no se ha utilizado la totalidad del terreno disponible para realizar la infraestructura.
Vivimos en una Comunidad con un tiempo excelente. Todas las obras públicas tendrian que programarse en invierno. Nunca en verano y encima en época de vacaciones para fastidiar la vida de los ciudadanos en su mes de descanso. Y complicar con las elevadas temperaturas el trabajo de los trabajadores. Por qué las obras públicas se hacen en verano? Por que el Ayuntamiento da licencias de construcción a particulares en verano? cuando lo puede hacer en invierno y así no se fastidia al vecindario con ruidos molestos, maquinaria taladrando, moviendo rocas y demás. Parece que tienen especial interés en crear un entorno desagradable para los ciudadanos pasándose por alto el derecho al descanso.