Devoción por la Mare de Déu dels Desemparats en las calles de Dénia en su día grande

La ciudad de Dénia demostró un año más la devoción que siente por la Mare de Déu dels Desemparats, la Geperudeta, en la celebración de su día grande. Miles de personas abarrotaron el recorrido de la procesión que se celebró el domingo por la tarde por el barrio marinero y el puerto dianenses, para celebrar la onomástica de la patrona de los marineros.

Pasadas las 20:30 horas, y tras la misa que se celebró en la Iglesia de San Antonio, la Virgen salía por la plaza del Convento precedida por algunos Juniors y decenas de niños y niñas que han tomado la primera comunión estos días, acompañados por sus familiares. Tras ellos, numerosas mujeres quisieron acompañar la imagen de la Virgen, portada por miembros de la Comissió de Festes de la Mare de Déu con su presidente, Paco Arnau, al frente.

La primera parada se realizó en el colegio Maristas, donde sonó por primera vez el himno de la Virgen. Algunos alumnos, desde el balcón del edificio principal, tiraron pétalos y papeles de colores sobre la imagen de la Geperudeta y una traca en honor a la Virgen. Tras pasar por Foramur, la procesión llegó a la calle Pont, donde les esperaban los cargos de la falla Baix la Mar para ofrendarle una cesta de flores.

Pero sin duda los momentos más emotivos de la procesión se vivieron a su paso por el puerto de Dénia. Allí, dos de los niños que participaban en la procesión ofrendaron sendos ramos de flores a los pies de la imagen homenaje a los pescadores que se encuentra a las puertas de la lonja de pescado. En el momento en el que la Virgen apareció por el puerto, los barcos de pescadores, engalanados para la ocasión, hicieron sonar sus bocinas intensamente, para celebrar que su patrona les visitaba.

A su llegada al Moll del Martell, los portadores colocaron la imagen de la Mare de Déu de cara al mar y escucharon su himno. A continuación, varios cañones dispararon miles de papeles de colores sobre la imagen y los que allí se encontraban. En ese momento, los cargos de la falla Port Rotes ofrendaron dos ramos de flores a la imagen.

La novedad de este año se produjo al llegar de nuevo a la Iglesia de San Antonio. Allí, un espectáculo de luz y sonido recibió a la Mare de Déu, que tras esa recepción entró, de cara al pueblo, de nuevo al templo.