Declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional, los espectáculo de Bous a la Mar no dejan a nadie indiferente. En las sesiones de mediodía y tarde la plaza acoge a miles de personas dispuestas a ver el espectáculo taurino que es objetivo de cámaras de foto y vídeo venidas de numerosos puntos del globo.
Pero todo este espectáculo no sería posible sin la colaboración de muchas personas que durante la semana de fiestas en honor a la Santísima Sangre pasan horas en la plaza para controlar que todo vaya según lo previsto.
Voluntarios
Aproximadamente una docena de personas colaboran en las labores de control de accesos a la plaza. Los voluntarios tienen como labor principal cerciorarse de que las personas que están en la plaza lo están en condiciones, que no hay ningún menor en la parte inferior o que los asistentes desde el palco ocupan sus asientos debidamente.
Además, los días en los que se celebran entradas de toros recorren los aledaños de la plaza minutos antes de la llegada de los toros para recomendar al público el lugar idóneo para ver la llegada de los astados y asegurarse de que no hay ningún menor o personas no capacitadas en su recorrido.
Barqueros
De entre todos los voluntarios que participan en cada sesión, dos de ellos tienen una función especial: rescatar a los toros que caen al agua. Esta labor ha recaído este año en Gerónimo y Vicent, dos amantes de la fiesta que colaboran en su organización desde hace más de 20 años. Este verano ayudan a los animales a salir del agua a bordo de la pequeña embarcación Princesa, que requiere destreza y fuerza para ayudarles a llegar con sus compañeros.
Gerónimo defiende que es "su tradición" y que desde su posición cuidan a los toros. Recuerda cuánto han cambiado los toros desde que él comenzó a colaborar, con un tono mucho más cómico que ahora. Lo que no ha cambiado es la manera de sacarlos del agua, ayudados con una cuerda y manteniendo el morro fuera del agua para evitar que se ahoguen.
Tanto Gerónimo como Vicent lamentan las críticas hacia la fiesta, ya que consideran que desde su colaboración como barqueros ayudan a que el toro salga del agua sin consecuencias, ayudados en muchas ocasiones por espontáneos que desde el agua guían al animal hacia la salida.
Cruz Roja
A los voluntarios se suman efectivos de Cruz Roja, cuya función principal es atender accidentes en la palza. Un mínimo de seis personas más voluntarios están disponibles en cada sesión. En el caso de que alguien sea herido, es evacuado a la zona en la que está el médico, que decide si es necesario trasladarlo al hospital. En caso afirmativo, una de las dos ambulancias disponibles lo traslada al centro hospitalario, mientras que la otra se queda en la plaza por si fuera necesaria en los siguientes minutos.
Cruz Roja cuenta también con un socorrista acuático y un patrón por si se diera el caso de rescate en el agua, que realizarían a bordo de una lancha a motor que está amarrada junto a la plaza.
Todos ellos son personas anónimas cuya labor es fundamental en el trancurso del espectáculo taurino que durante nueve días se celebra en la plaza el puerto de Dénia y que reúne a vecinos y visitantes tanto en los palcos como en la arena.
