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Aventura nocturna en el Montgó, corta pero intensa

29 de agosto de 2015 - 00:05

Luna llena y linternas frontales. Hace falta luz, natural y artificial para realizar una caminata nocturna. Sin luz hay peligro de lesiones y en pleno verano nadie quiere romperse nada.

Foto de grupo con Dénia de noche al fondo

Una mochila cargada con botella de agua, bocadillo para cenar, cámara de fotos y otra linterna de repuesto. Se mira al cielo para ver si las nubes dejarán que la ascensión sea completa. El día escogido no es el perfecto, hay nubes así que no se puede hacer cima, es arriesgado. Pero las ganas de aventura entre los excursionistas son lo suficientemente fuertes como para hacer una pequeña ascensión, por pasar el rato. Destino escogido: la Cova de l’Aigua.

La hora de quedada es a las 21:00 horas, en la cadena en la que comienza la Carretera de la Colonia. Aún hay luz solar, algo que es bonito pues podremos ver el atardecer desde el Montgó. Pronto se cierra la noche y es necesario el encendido de las linternas. El grupo es pequeño, amigos todos, con ganas de pasar una noche diferente.

Observando Dénia de noche

La subida transcurre sin problemas. A medio camino nos encontramos con un grupo mucho mayor; un ascenso organizado que tampoco ha podido llegar hasta la Creueta por culpa de la niebla de arriba. Llegamos bien a la cueva. Nos paramos, como cada vez, para observar las inscripciones romanas que allí hay; nos preguntamos cómo subirían aquellos hombres hace tanto tiempo.

Una vez en la base, desde la que podemos ver toda nuestra ciudad, sacamos los bocadillos y nos alimentamos. Allí, mirando las luces de Dénia charlamos durante alrededor de una hora. Es una vista única, preciosa, de noche. Como curiosidad, en la zona del Montgó, observamos dos apagones; el día no es el mejor y la luz se va un par de veces.

Inicio de la bajada

Nos quedamos con la boca abierta. A lo lejos se ve una impresionante postal: una tormenta eléctrica. En medio del mar, cientos de rayos caen provocando una luz que parece un flash en la noche. Es algo que agradecemos ver y que solo se puede observar con actividades como estas , que ahora están ganando fuerza en los veranos de Dénia, una ciudad que debe ampliar la oferta turística.

Después de estar un rato allí decidimos emprender el camino de vuelta. Tardamos poco en llegar a la senda ancha y bajamos tranquilamente hablando de que deberíamos hacer más planes así, que son gratis y diferentes. Llegamos abajo y nos despedimos, cansados pero tampoco exhaustos, pues podríamos haber subido hasta arriba; otro día, tal vez.

*Es necesario gozar de permisos para ascender al Montgó de noche, de lo contrario es ilegal.

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