El puente de diciembre se presenta ajetreado y con muchas propuestas culturales en la ciudad. Una de las más arraigadas es la Feria del Juguete Antiguo, que este año cumple 16 años y que se celebrará el sábado 8 de diciembre en la calle Marqués de Campo.
Manolo Noguera, Maite Carrió y Juan Carlos Carrió, miembros de la Associació Amics del Joguet de Dénia, dieron a conocer los detalles de la edición de este año, que reunirá a alrededor de 25 participantes con juegos antiguos, cuentos, revistas y piezas de coleccionista. La feria contará también con la colaboración del Ciclo Formativo de animación del IES Chabàs, cuyos alumnos, dirigidos por Jesús Martínez, realizarán demostraciones de juegos de todo el mundo.
Pero la principal novedad de esta edición reside en la inauguración de una exposición dedicada al histórico juguetero Manuel Borrás, autor entre otros juegos de la mítica Magia Borrás, que falleció el pasado mes de marzo y que hasta el año pasado participó en la feria como un incondicional.
Según Manolo Noguera, uno de los últimos deseos expresados por Manuel Borrás a su esposa antes de morir fue exponer una muestra de su colección, y el 7 de diciembre se hará realidad. El Centre d'Art l'Estació de Dénia acogerá una exposición dedicada a la figura de Borrás desde el 7 de diciembre hasta el 5 de enero en la que se podrá ver una muestra de la colección Manuel Borrás Plana, que por primera vez sale de su ciudad (Mataró) para mostrarla al público.
Se trata de una colección que el propio Borrás inició con las piezas que había guardadas en la fábrica de diferentes épocas y que fue ampliando a través de ferias y mercados. La exposición se complementará con piezas del Museo de Albarracín pertenecientes a la colección de Eustaquio Castellano, algunos de los juegos más antiguos de Juguetes Cayro, piezas de miembros de la Asociación y una muestra de la colección "Monolopi" de Juan Fernández Moro, un gran aficionado y coleccionista de este juego de mesa.
Maite Carrió adelantó que están preparando actividades en las que la gente pueda participar durante la exposición, creando así un museo vivo y respetando la filosofía de Manuel Borrás y sus antepasados: "el tiempo que un niño dedica a jugar no es nunca un tiempo perdido".
