La rampa por la que se accedía al agua por uno de los tramos más concurridos de El Trampolí ha sido cerrada a los bañistas. Se encuentra acordonada para impedir su uso y dos señales advierten de dicha prohibición.
Este verano, para refrescarse en El Trampolí habrá que recurrir al tablero que da nombre al lugar, o al menos buscar un acceso alternativo que no sea la rampa por la que durante años se ha entrado al mar.
El Ayuntamiento, atendiendo a las peticiones de la gente, según cuenta a este periódico el concejal de Playas, Pepe Doménech, ha decidido impedir el paso debido al peligroso estado en el que se encuentra. Se trata de un acceso extremadamente resbaladizo que ha provocado múltiples accidentes en los veranos pasados.
Ya que no es posible rascar para quitar el elemento deslizante, se quedará así durante toda la temporada estival hasta que vuelva a reabrir ya en invierno.
