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Posturopodia, el tratamiento de los problemas funcionales de la estabilidad y de la postura, ahora en Clínica Podológica Estévez

06 de octubre de 2017 - 13:53

Actualmente, la Clínica Podológica Estévez se encuentra en formación continua para ofrecer al paciente un amplio abanico de posibilidades terapéuticas. Para ello, se está especializando en Posturología en la “Escuela superior de Posturología Villeneuve”. Es la neurofisiología aplicada a las bases fundamentales y clínicas de la regulación postural.

Dentro de la Posturología se encuentra la posturopodia, la especialización del podólogo que estudia el sistema tónico postural, su regulación, alteraciones y adaptaciones y permite el tratamiento de los problemas funcionales de la estabilidad y de la postura mediante el pie con plantillas neurosensoriales.

Es sabido por todos, que a veces ciertas dolencias aparecen en el cuerpo humano (infinidad de síntomas a cualquier nivel, musculares, articulares, viscerales, etc.), de forma aguda o crónica, que aun realizando pruebas de todo tipo, así como tratamientos varios, y habiendo visitado diferentes especialistas, no se consigue saber a ciencia cierta, el origen de todos los males y sanarlos.

Recuerden, el dolor no es siempre sinónimo de lesión, puede ser la alarma de que algo no está regulado de forma correcta.

Pues bien, aprovechando una magnífica definición del compañero podólogo Jorge Pérez (Podium), se explica de forma breve en qué consiste la Posturopodia.

El cuerpo humano posee una serie de captores de información (principalmente pies y ojos) que recogen información del entorno y es enviada al cerebro a través del sistema nervioso central, quien devuelve la información necesaria para mantener el cuerpo en equilibrio y armonía. 

En cualquier nivel de este sistema, se pueden presentar disfunciones que alteran todo el sistema. La desregulación de uno o varios de los captores de información conlleva de manera inmediata a adaptaciones con la principal finalidad de mantener la visión en la horizontal y economizar el gasto energético, pero estas adaptaciones tienden a sucederse en cadena, creando alteraciones de los distintos segmentos corporales y el consecuente desequilibrio en las cadenas musculares, que generan en la mayoría de los casos los dolores que motivan la consulta de los pacientes. 

Para entender esto podemos poner un ejemplo práctico.

Los pies son uno de los principales captores que recogen información del suelo para modular nuestra postura. Si el pie presenta un trastorno y no puede cumplir su función de mantenernos erguidos, entrará en acción el siguiente órgano encargado de mantener nuestro cuerpo en equilibrio, el ojo. Sucede que los músculos oculomotores son fásicos, es decir, presentan una alta fatigabilidad, al contrario que los músculos tónicos de la extremidad inferior encargados del equilibrio, como el sóleo, que es un músculo tónico y que puede trabajar largos periodos de tiempo sin apenas fatigarse. Pues bien, cuando el ojo es el encargado de regular la postura, los músculos oculomotores empiezan a ejercer una función para la que no están preparados, pudiéndose producir rojez de ojos, picor, vista cansada, mareos etc. 
Este ejemplo evidencia una relación directa entre pies y ojos y puede extrapolarse a otros tipos de dolores articulares, de espalda, viscerales, etc.

Por lo tanto, si tratamos el pie de forma adecuada podemos actuar mejorando todo el sistema. Las plantillas posturales son un tratamiento informacional. La piel del cuerpo humano posee infinidad de receptores que son los que recogen información. Son extremadamente sensibles. 
  
Una vez estudiado al paciente y mediante una serie de test que miden las tensiones musculares del cuerpo, se confeccionan las plantillas posturales con relieves de entre 1 y 3 mm en caso de alteraciones funcionales o hasta 6mm en patologías estructuradas.

Estos relieves estimulan los baropresores o sensores de presión y envían la información al cerebro a través del sistema nervioso central a través de sus vías extrapiramidales que procesan la información recogida en la planta del pie y modifican la postura mediante respuestas musculares. 
Cabe esperar que si conseguimos la isotonía del cuerpo (misma tensión muscular) desaparecerán las tensiones, funcionando todas las estructuras en una perfecta sinergia y los dolores cesarán.

Mario Estévez
Clínica Podológica Estévez

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