Dénia es una ciudad que cuida y aprecia el buen comer, tanto es así que ha solicitado ser Ciudad Creativa de la Gastronomía de la Unesco, todo un reconocimiento a nivel mundial. Todo el mundo sabe que para preparar un buen plato de comida es imprescindible poseer buenos productos alimenticios, frescos y de primera calidad.
Es fácil encontrar estos elementos en el Mercado Municipal; el pescado de su lonja directo de las barcas del puerto, las carnicerías con su un género fresco y sabroso sin aditivos, las fruterías con gran variedad de fruta y verdura de origen nacional, la elaboración artesanal de las panaderías y los productos de las tiendas internacionales son solo una muestra de ello. Sin lugar a dudas este espacio dispone de un gran número de puestos variados con una amplia oferta, pero los comerciantes afirman que no funciona como hace unos años.
La situación del mercado
El Mercado ha pasado de ser un punto de referencia a la hora de hacer la compra a verse afectado duramente por la crisis y la apertura y expansión de grandes plataformas alimenticias como Consum y Mercadona. Los visitantes actuales del Mercado han quedado prácticamente reducidos a los "clientes de toda la vida, los cuales ya son amigos", afirma Trinidad Ribes, propietaria de la panadería El raconet de Trini.
A pesar de que los grandes supermercados han influido en que su funcionamiento empeore, la realidad es que el tipo de cliente al que quiere alcanzar un grupo y el otro es diferente: mientras que el primer grupo posee precios más bajos y un campo de productos básicos (como papel higiénico) más amplio, el Mercado se distingue por el hecho de que sus productos son de más calidad y el trato a los clientes es cercano. Por tanto no sólo los factores influyen y hay posibles cambios internos que propulsarían las ventas en este espacio.
Comerciantes y usuarios opinan
Diversos mercados españoles han optado por crear un modelo mixto en el que se incorporan supermercados dentro del mismo espacio o por los alrededores. Otros, sin embargo, han elegido combinar lo tradicional con lo actual y cambiar totalmente el modelo de venta, como el caso del Mercado de San Miguel de Madrid, en el que la elaboración de tapas al instante y un lugar donde comérselas ha sido una buenísima opción. En este caso tanto clientes como vendedores coinciden en que hay varios puntos que podrían ayudar a mejorar la situación:
El hecho de que esté situado en un sitio tan céntrico también presenta grandes inconvenientes; adaptar el lugar para que la gente pueda acceder a él en coche es algo clave si se tiene en cuenta que la mayoría de los clientes tienen que cargar con bolsas pesadas. "Es muy difícil encontrar sitio por esta zona ya que aquí sólo puedes estacionar unos minutos, y en las zonas cercanas en las que puedes aparcar ya tienes que pagar porque es zona azul", informa Maria Francisca, una compradora habitual.
Maite Ivars, que regenta una carnicería desde hace alrededor de 30 años, comenta que en alguna que otra ocasión compradores han bajado a recoger sus bolsas de compra y al volver al coche ya tenían una multa o aviso; Maite también resalta que aprecia el esfuerzo que hacen los clientes por seguir comprando en el Mercado a pesar de inconvenientes de esta índole.
El Mercat está viviendo una época de cambios con la nueva conformación local del gobierno. Los arrendatarios de los puestos informan de que están contentos con las primeras iniciativas que ha tomado el nuevo Concejal del Mercado, Javier Scotto, pero que aún hay mucho por hacer. Tanto vendedores como usuarios coinciden en que el mantenimiento del mercado (tanto interno como externo) es algo que se tiene que mejorar significativamente. Nos comentan que echan en falta un poco más de limpieza en los baños y el Mercado en general y que las personas encargadas el mantenimiento y la limpieza no concentran todos sus esfuerzos en realizar su trabajo. También los suelos están desnivelados y desconchados y, en algunos casos, esto se debe al mal procedimiento que se siguió al realizar reformas en el tejado.
Trinidad Ribes posee en uno de sus puestos paraguas abiertos para que las goteras del techo no creen desperfectos entre sus productos, goteras en un techo en el que se invirtió para repararlo no hace mucho tiempo.
Los arrendatarios también se quejan de la climatización "en invierno hace mucho frío y en verano un calor que insoportable y este es un problema con el que llevamos años lidiando", comenta Josefa Perles, la cual posee un puesto de embutidos. La fachada está estropeada y es poco atractiva para los clientes y los compradores aseguran que un mercado más modernizado y de aspecto uniforme gustaría más a turistas y nuevos consumidores.
La publicidad del establecimiento también es un factor clave para los vendedores; éstos coinciden en que el Ayuntamiento debe potenciar la integración del mercado municipal y del comercio de proximidad y que debe tratarlos como un punto a potenciar en Dénia y no olvidarse de ellos. Eventos como el Concurso Internacional de Cocina Creativa de la Gamba Roja de Denia atraen a un gran número de clientes pero no se hacen muy a menudo.
Respecto a los turistas, Maite Ivars afirma que a ellos les gusta el Mercado y que los extranjeros que viven en nuestra ciudad muchas veces compran productos para llevárselos a sus hijos, amigos o familiares cuando van a verlos debido a la calidad que poseen, lo cual demuestra una vez más que tal vez las estrategias comerciales no sean las correctas. También diversos comerciantes no se ven identificados con los carteles publicitarios que están en las entradas, definitivamente una chica con bolsas que no parecen de comida no es el tipo de comercio que ellos representan. Lo cierto es que algunas de las campañas de promoción, como repartir bolsas reutilizables con el logo del Mercat entre los clientes, ya se han iniciado y están siendo todo un éxito.
¿Cambios en los horarios de apertura?
Al igual que en toda comunidad de vecinos, en ocasiones es difícil ponerse de acuerdo en cuestiones que afectan a todos los implicados; con el caso del Mercat sucede lo mismo. Se habla de cambiar los horarios comerciales pero lo cierto es que hay cierta disputa entre los mercaderes porque algunos opinan que sería beneficioso y el público se ampliaría y otros que las cosas seguirían igual.
La sociedad ha cambiado y, como dicen los vendedores, el público que les reclama ahora es más envejecido porque la gente joven no dispone de tiempo para ir a comprar por las mañanas. Mientras que los grandes supermercados pueden contratar a varios empleados, en la mayoría de estos puestos no trabajan más de una o dos personas, por tanto, trabajar por las tardes implicaría trabajar todo el día o contratar, algo que no es rentable. Aun así algunos de ellos tienen propuestas como abrir más tarde en vez de a las siete de la mañana y cerrar pasado el mediodía o abrir los viernes por la tarde, ya que es en fin de semana cuando el Mercado más reluce y más vitalidad se ve por sus pasillos.
Comerciantes y compradores habituales animan a saber aprovechar el hecho de que tenemos un gran Mercado Municipal y buenos productos en Dénia. Puede que la solución no sea un cambio tan radical como el del Mercado de San Miguel de Madrid pero lo que sí que está claro es que los vendedores y consumidores reclaman cambios y los reclaman ya.
El ayuntamiento, de izquierda o de derecha que sea, ¿no tiene vergüenza?