En Navidad echó el cierre una de las heladerías más históricas de Dénia, dejando un enorme hueco en el centro de la ciudad. El vacío se nota en el tramo más céntrico de Marqués de Campo, pero ahora un nuevo elemento lo ocupa. Donde antes había una terraza repleta de gente disfrutando de un helado, desde hace unos días se impone un contenedor de obra. Miquel Gelater bajó la persiana, pero solo unas semanas después ha vuelto a levantarse con un fin muy distinto.
Otro negocio cierra sus puertas en Marqués de Campo, otro negocio las abre. Es una constante en los últimos 15 años. Parece que pocas cosas quedan estables. Si recorres la calle fijándote en los locales y echas la vista atrás, descubrirás que pocos han resistido el paso del tiempo. Pero no desaparece la actividad, se transforma. Los espacios, con alguna excepción, siguen llenos de vida, pero con nueva sangre e incluso en nuevos mercados.
Lo que antes era un banco, ahora vende helados de yogur o es un dentista. O al revés, ahora es un banco lo que antes era una tienda de ropa y complementos deportivos. Otra antigua tienda de ropa ahora la ocupa una gofrería. De un supermercado a un herbolario, de un cine a una discoteca, de una cafetería a un futuro local de comida rápida. Y de una heladería, la Miquel, a… otra tienda de ropa.
La nueva vida de Marqués de Campo
La principal arteria peatonal de Dénia sufre cierres, como tantos otros barrios, pero poco duran en los últimos tiempos. Raro es encontrar un local en Marqués de Campo que no se ocupe poco después de quedar libre. El tirón que tiene la zona es innegable y parece que en estos momentos siempre hay una empresa dispuesta a mudarse al lugar.
What is happening with the old El Comercio restaurant. We miss the restaurant and the friendly staff and it is a great historic building.
Ver eso es porque me hago viejo y mi mundo se acaba desaparecen amigos familiares negocios bares cines futbolines o sea yo también desapareceré con el viento.