Los vecinos de Les Roques acordaron este lunes, en una reunión del Consell del Plan Especial, declarar el barrio como zona residencial a todos los efectos de gestión municipal futuros. El concejal de Les Roques, Paco Roselló, explicó que por mayoría de los asistentes se aprobó declarar el barrio zona residencial.
Desde este momento, los vecinos del barrio deberán darse de alta como tal y se les expedirá una tarjeta que deberá estar visible en el coche, lo que les otorgará preferencia a la hora de estacionar sus vehículos. Por el momento se mantienen las calles en las que se puede aparcar, siendo éstas la calle Santíssima Trinitat, Avenida del Cid, un tramo de San Vicente de la Roqueta y dos calles interiores. En la calle Benicadim se podrá estacionar pero se va a reestructurar la zona en los próximos meses.
Esta novedad entrará en funcionamiento en cuanto se instale la nueva señalización en la zona, que establecerá que los peatones tienen preferencia para pasear, por lo que la velocidad se limita a 30 km/h en el barrio.
El pasado mes de febrero se constituyó el Consell del Plà Especial del Barri de les Roques, un órgano participativo abierto a todos los vecinos en el que se debatirán y consesuarán las actuaciones que afecten al barrio con el objetivo de dignificarlo.
El Consell está formado por 21 miembros: la presidenta, MªJosep Ripoll; el secretario, Óscar Mengual; seis representantes de los grupos municipales en el ayuntamiento, cinco de la asociación vecinal, uno de la falla, otro de los comerciantes de la zona y siete miembros que se eligieron por sorteo.
Cabe recordar que, en la búsqueda de ese barrio residencial que anhelan los vecinos, el Ayuntamiento aprobó el pasado mes de septiembre la suspensión, de manera cautelar y preventiva durante el próximo año, la concesión de licencias de apertura de bares, restaurantes, pubs y discotecas en el barrio de Les Roques.
Esta suspensión de licencias por un año, prorrogable a un año más, afecta únicamente a las licencias de actividades sometidas a la ley de espectáculos, como son bares, restaurantes, pubs y discotecas, negocios que se consideran incompatibles con un barrio tranquilo.
Un barrio, pueblo, una ciudad, siempre es una zona residencial. Ya no lo es cuando las autoridades deciden que se transforma en zona de ocio y que a partir de este momento los vecinos son cosa «anormal» en el barrio. La avidez a llenar los bolsillos de algunos conduce a excesos. Con inteligencia se podria mezclar correctamente el ocio con la permanenia de un vecinario. Muy bien lo de les Roques pero en Baix La Mar no tanto. Alli, particularmente en Mariana Pineda y Sant Pere que siempre habian sido zona donde la gente podia vivir, hoy los vecinos molestan y tienen la vergonzosa idea de quejarse de algunas cosas que el ayuntamiento conoce perfectamente pero que no quiern entender y resolver con inteligencia. Bueno, detallaremos en otra ocasion… Hatsa pronto!