Esta semana han dado comienzo las obras de mejora de accesibilidad de viandantes en el camí de Sant Joan, entre la avenida Joan Fuster y la calle de la Corona Boreal. Además, se aprovechará para reaizar mejoras en la red de pluviales y en el alumbrado público, con la sustitución de los puntos de luz actuales por LED; renovación de la señalización horizontal y vertical; e instalación de mobiliario urbano.
No obstante, para llevar a cabo estas obras presupuestadas en 112.000 euros, financiadas al 65% por la Diputación de Alicante, se deberá cortar al tráfico de vehículos la vía entre 2 y 3 meses. Es decir, durante el verano los residentes deberán circular por las calles alternativas de Cami dels Lladres, permitiendo la circulación desde Joan Fuster también en dirección calle Electra y Corona Boreal, misma alternativa que deberán coger aquellos que quieran desplazarse en vehículo hacia Dénia desde el Montgó.
Ahora bien, el anuncio del cierre al tráfico ha generado gran preocupación entre los vecinos porque en esa zona cortada se encuentra uno de los parkings públicos de Dénia más grandes, con aproximadamente 250 plazas con otras 35 en el exterior junto a la carretera. Se trata de una de las zonas más recurridas para aparcar en el extrarradio y acercarse a pie al centro de Dénia, ya que se encuentra al principio de la calle Diana. Además, con la peatonalización de Marqués de Campo y las medidas adoptadas en la crisis sanitaria para favorecer los desplazamientos de peatones manteniendo la distancia de seguridad, el casco urbano ha perdido provisionalmente muchos huecos antes destinados al estacionamiento de vehículos.
La concejala de Urbanismo, Maria Josep Ripoll, ha aclarado, en este sentido, que la zona dedicada al aparcamiento del camí Sant Joan seguirá estando habilitada, por lo que el parking que mantendrá pese al corte circulatorio de vehículos. Del mismo modo, ha señalado que seguirá siendo la vía transitable para peatones.
