Las lágrimas se funden con la lluvia en la cremà de los monumentos falleros de 2018

La lluvia que desde la última hora de la tarde cayó sobre la ciudad de Dénia deslució en parte la cremà de los monumentos falleros, una cremà adelantada en el horario que transcurrió sin incidencias a pesar de las inclemencias meteorológicas.

La primera en arder, como es tradicional, fue la de la Junta Local Fallera, la obra Sélvame Deluxe del artista Enric Ginestar que durante estos días ha estado plantada en el cruce entre las calles Diana y La Mar.

Las falleras mayores de Dénia, Melani Ivars y Carla Vianroz, encendieron la mecha con la que comenzó a quemarse la falla que les ha representado durante estos días, y vieron cómo las llamas ponían fin a un año muy especial para ellas dos y sus cortes de honor.

Melani no pudo contener las lágrimas de emoción con los sentimientos encontrados: la felicidad por haber cumplido un sueño y la tristeza de saber que se acaba y no volverá. Tanto ella como las componentes de las cortes de honor dejaron que las lágrimas inundaran sus rostros. No así la pequeña Carla, que vivió de manera espontánea y divertida la cremà de la falla, rodeándola junto a su corte de honor y disfrutando del momento.

Al son de El Fallero, interpretado por la Banda de Dénia, la falla se convirtió en cenizas y con ella comenzaron las cremàs del resto de monumentos repartidos por la ciudad en una de las noches más intensas (y frías) del invierno.