Casi coincidiendo con el Mig Any de Moros y Cristianos de Dénia, las Fallas dieron inicio a su programación de actos con la esperada Crida, la cual ya se celebró en 2020, pese a que entonces no sabían que sería también el último evento fallero hasta ahora.
El esperado momento llegó. Las falleras mayores, Safir Malonda y Martina Gimeno, gritaron a los cuatro vientos que Dénia ya está en fallas. Dos años después de que las mismas protagonistas abrieron las puertas en las fiestas del 2020 que no pudieron ser, el mundo fallero dianense se dio cita en la plaza de la Constitució para demostrar que la fiesta ha sido capaz de renacer.
Un emotivo video recordatorio de todo el que ha ocurrido durante este tiempo dio paso a los parlamentos de Martina y Safir, que desde el balcón del ayuntamiento se dirigieron al colectivo fallero para compartir con ellos la ilusión de un momento histórico.
Al finalizar, las máximas representantes de las fallas de Dénia recibieron, de manos del alcalde, Vicent Grimalt, y con los cargos de las once comisiones como testigos, las llaves de la ciudad con el fin de llenarla de fiesta las próximas semanas.
Una vez finalizada la Crida de Safir y Martina, la fiesta se trasladó a la carpa de Torrecremada, donde alrededor de 600 personas se reunieron para celebrar el Sopar del Germanor. Una cena que tuvo unos nombres propios, los de las cuatro comisiones que fueron premiadas.
Además, un día antes, el viernes a las 20:00 Dianium Dansa presentó en la Casa de la Cultura el bolero creado para la ocasión bautizado como Dianium.
