El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, se reunió esta semana en Madrid con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Sergio Vázquez, para habla del estado del proyecto del tren Gandia-Dénia. Grimalt asistió con el presidente del Círculo Empresarial de la Marina Alta (CEDMA), Benito Mestre, a quien invitó a acompañarlo dado que el sector empresarial local se ha mostrado siempre muy interesado y reivindicativo con este tema, y la concejala de Territorio y Calidad Urbana, Maria Josep Ripoll.
El secretario general de Infraestructuras informó que el Ministerio para la Transición Ecológica ha pedido una ampliación de los informes de impacto ambiental del proyecto a su paso por zonas sensible como el marjal de Pego-Oliva y por eso los presupuestos del Estado para 2021 solo destinan una partida de 50.000 euros al proyecto, que corresponden al coste estimado de los nuevos informes.
Vázquez aventuró que el trámite medioambiental podría concluir a mediados de 2022, cosa que permitiría avanzar otro trámite del proyecto.
El alcalde de Dénia, por su parte, insistió en la necesidad de crear esta infraestructura ferroviaria, “que acabaría con el aislamiento demasiado duradero de nuestra ciudad y el resto de la Marina Alta” y pidió al representante del ministerio que se tenga en cuenta también el impacto medioambiental que comporta el volumen de tráfico que se concentra en las carreteras adyacentes por la falta de un transporte público ferroviario, así como la importancia de Dénia como puerto principal de conexión con las Islas.
Ayer, el alcalde convocó una reunión virtual con los alcaldes de Pedreguer, Ondara, el Verger, Gata y Pego para informarles de las novedades de la reunión, que compartió también con los portavoces de la Corporación municipal.
La reivindicación de los empresarios
En estos momentos, la puesta en marcha de esta línea ferroviaria dista mucho de estar cerca. No existe un horizonte claro ni para la redacción del proyecto definitivo ni se vislumbra una dotación presupuestaria importante en el medio plazo. No obstante, según lo comentado en esta reunión, se están recabando los documentos necesarios para la aprobación de la fase ambiental, que podría estar completada, en el mejor de los casos, en el año 2022.
Desde CEDMA, Mestre dejó claro que esta es una reivindicación histórica de la Marina Alta, reclamada desde hace más de 40 años y clave para el desarrollo y la vertebración de la comarca. Además, una actuación como el tren, se enmarcaría dentro de la Agenda 2030 de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así, el enlace ferroviario, entre otros, al tratarse de un transporte colectivo, contribuiría a la disminución de los desplazamientos por carretera y el consumo de combustibles fósiles; facilitaría el acceso a la formación universitaria de las/los jóvenes de la comarca; crearía nuevas oportunidades de negocio para emprendedores y supondría una mejora para el entorno. Todo ello resultaría en una sociedad más avanzada, moderna, sostenible, rica e igualitaria.
No fue la única reivindicación de CEDMA. Mientras llega el tren, hay que adelantar en la mejora sustancial de las comunicaciones terrestres comarcales y en este sentido Mestre expuso, entre otras, la necesidad de adecuar nuevas salidas de la AP7, como en el caso de Calp.
