Hemos normalizado la presencia de negocios con la persiana bajada y carteles de traspaso, venta o alquiler. Eso sí, bien es cierto que pasan casi desapercibidos cuando se trata de negocios nuevos que "han tirado la moneda" para participar en el mercado. Y, no es ninguna novedad, muchas veces sale cruz. Pero cuando es un local bien asentado en la ciudad, con años de tradición, no podemos negar que nos impacta e, incluso, nos lleva a sacar el lado más pesimista de nosotros mismos.
El chirrido de la persiana al caer esta vez viene de uno de esos negocios "de toda la vida". La mítica pastelería Agulló cuelga el cartel de "Se traspasa", dejando un gran vacío en la calle Cop y, por tanto, en el corazón de Dénia.
Se trata de uno de esos negocios que siempre hemos tenido a mano y creíamos inmortales. Intrigados por el motivo y el qué pasará ahora, nos ponemos en contacto con la familia que antes regentaba la histórica pastelería, pero prefieren no declarar al respecto, aunque aseguran que ya se han interesado varias personas por el local ahora vacío.
No es ninguna exageración afirmar que los paseos de la plaza del Ayuntamiento hasta la Glorieta ya no serán lo mismo. Algo faltará en el recorrido. Una parada para cotillear el escaparate; un mordisco dulce que nos alegre la tarde. Sea como fuere, el centro ya no será igual. Ya no será exactamente igual.
