La Guardia Civil investiga la muerte de un hombre a dentelladas en Beniarbeig

La Guardia Civil de Alicante se encuentra estos días inmersa en la investigación de la muerte de un hombre este fin de semana en un huerto de naranjos de Beniarbeig. Al parecer, la muerte pudo deberse al ataque de unos perros catalogados como peligrosos que andaban sueltos por la zona.

El fallecido tenía heridas en piernas, brazos y en la cabeza, con importantes desgarros que pudieron causarle la muerte por pérdida de sangre. Según informa la Guardia Civil, los perros le derribaron mordiendo primero las piernas, y todo apunta a que el hombre intentó defenderse hasta su último aliento. Fue su hijo quien, alertado por no saber nada de su padre, se acercó al huerto y halló la horrorosa escena. Según relatan los agentes de la Guardia Civil, el hombre, tirado en el suelo, estaba lleno de desgarros producidos por dentelladas de animales. Las piernas y los brazos dejaban entrever la lucha encarnizada que había mantenido el hombre con las despiadadas bestias.

Los agentes dieron por hecho que se trataba de un ataque de perros, y comenzaron a indagar en las incidencias en la zona con perros de estas características y se dirigieron a una casa cercana.

Al llegar a la casa, el dueño reconoció tener varios perros, que en ese momento estaban dentro de la casa, y los fue sacando uno a uno. Los agentes comprobaron que se trataba de cinco perros, de razas mestizas de pitbull y bullterier. Los perros no tenían manchas de sangre, pero se percataron de que uno de ellos estaba empapado, como si lo acabaran de bañar, aunque el dueño alegó que se había caído a la piscina.

Solo uno de los perros tenía chip identificativo, y el dueño no tenía documentación de ninguno, autorización para su posesión, ni seguro de responsabilidad civil, al parecer, según la Policía Local, había antecedentes de algún ataque anterior pero con menores consecuencias.

Agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de Jávea, tomaron muestras de ADN a cada uno de los perros, siendo depositados en centros de acogida de la zona por miembros del SEPRONA, aunque la noche del domingo al lunes han mordido a uno de los cuidadores, y han destrozado la jaula donde se encontraban pasando la noche.

De demostrar la autopsia y los análisis de ADN, que han sido estos perros los causantes de la muerte de este hombre de 66 años, su dueño se enfrentaría a un cargo de homicidio por imprudencia.