Una joven de origen francés, Orianne Marrel, realizó un sorprendente hallazgo en el litoral norte de la costa dianense mientras practicaba snorkel con su hermano. Se trata de un esqueleto de madera de un barco corsario que está hundido a 350 metros de la playa, unos tres y medio metros de profundidad.
Los restos pertenecen a un navío corsario hundido en la costa dianense en el año 1813, en plena Guerra de la Independencia según anunció, Josep A Gisbert, arqueólogo municipal y Rafa Carrió, concejal de cultura.
Este magnifico descubrimiento tuvo lugar el pasado 29 de julio pero se ha preferido guarda silencio hasta hoy para evitar un posible expolio o deterioro del mismo. Se ha preferido que pasase agosto, mes de mucha afluencia de veraneantes, antes de darlo a conocer.
Fue el propio padre de la joven quien se dirigió al propio Gisbert para dar a conocer el hallazgo. Por el momento, lo que se ha localizado es parte del casco de la nave.
En Patrimonio ya conocen este hallazgo, ahora el propio Ayuntamiento solicitará la posibilidad de que se realice una prospección arqueológica, según comentó el edil de cultura, Rafa Carrió. Gisbert apuntó otros planes de futuro, como que el pecio permanezca en el lugar donde está, balizarl la zona para que se visite buceando, eso si, tomando las medidas de control necesarias para evitar que se dañe.
De este hundimiento ya había constancia en el Inventario de yacimientos arqueólogicos de Dénia, había constancia gracias al texto del manuscrito “El Llobarro” de Francisco Palau. Se narraba el naufragio del barco, llamado “Zephir” en un episodio bélico entre los días 13 y 14 de mayo de 1813.
El pecio llevará el nombre de "INVJASUB 811. Derelicte Orianne. Corsario francés Zefarin". En esa denominación se incluye el nombre de la chica francesa de 16 años que lo ha encontrado.
