El litoral de Les Rotes ya no volverá a ser como era. El final de la costa sur de Dénia, junto al Restaurante Mena, ha sufrido un inexplicable derrumbamiento que ha provocado la caída de rocas de grandes toneladas al mar.
Sin temporal, sin grandes movimientos de vehículos, pero aún así se redibuja por completo parte de la barrera de roca de Les Rotes. La pequeña saliente a un par de metros de altura del agua, situada junto al Restaurante Mena, y desde donde muchos vecinos se han aventurado a saltar al Mediterráneo a lo largo de la historia dianense, ha desaparecido de la noche a la mañana.
Se desconocen todavía los motivos, pero la imagen es clara: gran cantidad de rocas de varias toneladas han caído al mar tras resquebrajarse por completo la famosa saliente. De ésta solo queda una gran grieta y, bajo ella, una montaña de enormes piedras que sobresale del agua.
La zona se encuentra en estos momentos acordonada para evitar cualquier accidente que pueda provocar a las personas que por ahí pasean a diario. De momento, todavía se desconoce si se procederá a la retirada de estas rocas o ese será el nuevo paisaje que nos acompañará durante los próximos años.
Los motivos están claros. Lleva ocurriendo miles de millones de años y es totalmente predecible, no siendo la pregunta a hacerse ¿pasará? sino ¿cuándo? Y cuando es: cuando pase suficiente tiempo.
En los acantilados el mar devora la costa, surtiéndose de material con el que hacerla crecer alimentando de arena sus playas.
Las ondas de presión del choque del oleaje y la acción química del agua, que disuelve los minerales, debilitan y fracturan los acantilados horadando su base hasta que estos no pueden sostener su propio peso, momento en el que se terminan de fracturar y se desmoronan. Exactamente igual que cuando hacemos un hoyo en la playa y el agua suelta la arena de la base de las paredes hasta que estas se desmoronan y rellenan el hueco creado… pero a otra escala.
Pecando de generalista, ya que se requeriría un estudio minucioso para aseverar lo que digo a continuación, ahora que se ha desprendido esa masa es poco probable que rompa por el mismo sitio, siéndolo mucho más que lo haga por sus laterales, donde el voladizo en la base del acantilado sigue siendo profundo. Igualmente, la escala temporal de los procesos geológicos es abrumadoramente mayor que la humana. Recordemos que a la Tierra poca diferencia le supone un mes, un año, un siglo, un milenio.
Remover el material en la base del acantilado sería interferir en un proceso natural que equilibra erosión y sedimentación, es decir, acantilados y playas. Con el problema que hay de erosión costera en las playas de arena sería incoherente quitarle a estas su aporte natural de sedimento para traer después camiones y camiones de arena de vaya usted a saber donde. Una incoherencia y un despilfarro. Donde están ahora las rocas no molestan, no más que los cúmulos de peñascos esparcidos aquí y allá desde la Marineta hasta Jávea. La única diferencia es que los hemos visto caer, pero son lo mismo.
Por otra parte, al haber quedado entre el oleaje y el acantilado, los trozos de roca protegerán a este último del batir de las olas, retrasando su erosión posterior.
Espero que una vez asegurada la estabilidad del acantilado lo dejen estar tal y como es y que al asomarnos podamos mirar la nueva rompiente y recordar aquellos chapuzones saltando desde lo alto del acantilado del Mena.
Tu versión sería correcta, si esas tierras, justo en línea recta, no se hubieran tocado para nada.
Pero, no es el caso.
Repito, el estrangulamiento de ka pinada y el movimiento de tierras, junto con la ambición de algunos, por construir donde no es lícito por ser público ante la ley, porque provoca estos daños irreparables, es la única razón del desprendimiento.
Repito, al igual que en el AMBOLO y las CUMBRES de SOL
Un DELITO ECOLÓGICO y PÚBLICO, que algunos, por propios intereses, quieren cubrir, para no darle mayor valor, a la gravedad de lo que estamos viviendo.
Pero ya se encargará el mar de llevarselo todo antes o después y los primeros de la fila, están los del restaurante del Mena, que serán los primeros en caer…
Las lamentaciones de nada sirven después de que ha ocurrido y ya no se podrá volver atrás.
No se puede construir más.
Hay que ir desmontando piedra por piedra, lo más cercano al mar.
Y dejar tal y como está lo demás.
Eso es de todos y no de cuatro gatos que dentro de nada, desaparecerán de la faz de la tierra y dejaran a nuestros hijos y nietos, etc. este tremendo problema.
Buenos días:
No entiendo porque consta en el artículo, que no se puede explicar a qué ha sido debido.
Está muy claro…
Hace unos días, en el artículo de la pelea de dos sujetos, en Marques de Campo, expliqué, que junto al Mena, había hecho limpieza de cantidad de pinos y los habían estrangulado, tal y como ha hecho Conceta hoy Urbidem en la subida a la torre, porque NO PARAN de eliminar las PINADAS que nos quedan, diminuyendo GRAVEMENTE, las zonas verdes de Denia, para CONSTRUIR y sólo como INVERSIÓN, pues una vez construidas, sólo estan vacías, eso si ARCAS para el AYTO que no para de CONSENTIR, que este PARAISO, se eche a perder.
Las ROCAS se DEBILITAN por el movimiento de las tierras y la retirada de las pinadas y la reacción directa, es este panorama fotográfico y real que estamos viendo.
Pero preferimos, no verlo claro… hay muchos intereses… da igual si el Mena, etc se va abajo… lo primero el abundante dinero y poder que ello con lleva…
Hay carteles de los responsables:
Promotor, Arquitecto, etc.
Ahora, lo suyo sería NO PERMITIR de ningún modo esa construcción y anularlo, basándose en lo ocurrido de manera inmediata y posterior, ya que ha pasado justo en línea recta.
Si hacen caso omiso a lo ocurrido y consentís que se siga construyendo, los únicos culpables de que Denia, las Rotas, el Montgo, etc. vayan desapareciendo y ya no sea lo que fue, por algunos interesados…no podréis formar parte de Denia, por haberlo consentido… es una vergüenza lo que se está haciendo.
A las viviendas vacías, deberías ponerles unos impuestos más altos que el alquiler equivalente a las mismas.
Ya que se han permitido construir,, incluso en lugares que deberían estar por LEY PROTEGIDOS y PENADOS GRAVEMENTE.
E ir desmontándonos uno a uno, Sin piedad y haciéndoles volver a plantar la pineda exactamente igual que estaba, protegiendo las tierras y debajo de estad, para que no afecten a las ROCAS.
Algún día quizá demasiado tarde, os acordareis de cuanto he expuesto por escrito.
La prueba está en el AMBOLO, las CUMBRES de SOL, se acabaron los bañistas, si no jugándose la muerte, en lugares de ensueño y paraísos…
No miento, cualquiera puede ir a verlo y tengo innumerables fotografias, Pero no sé como puedo publicarlas.
Da ganas de echar del País a los responsables, después de que los encierren a todos y les dejen sin un euro…no digo más.
PAN para HOY,
HAMBRE para MAÑANA.
Duele el alma al ver el derrumbamiento de esa inmensa roca que nos ha acompañado «toda la vida». Precisamente ahí, hemos disfrutado del mar y de baños inolvidables de aguas limpias y trasparentes.
Con el derrumbamiento de las rocas se hacen añicos parte de nuestra juventud.