Es pronto para cantar victoria pero parece que la tercera ola del coronavirus empieza a remitir en nuestro departamento. Logramos salvar la Navidad, pero es innegable que se tuvo que pagar un alto precio. Además, provocó que las restricciones se intensificaran para así paliar la crítica situación de los centros de salud de la Comunitat Valenciana, cuya ocupación ha aumentado en el último mes considerablemente.
La tercera ola viene originada no solo por la Navidad, sino también por el puente de diciembre, que fue cuando en la Marina Alta todo empezó a descontrolarse. Todavía, desde entonces, no hemos llegado a una incidencia como la que disfrutábamos antes del dicho puente.
Sin descanso, se solaparon estos contagios con los de Navidad, lo que ya fue devastador para nuestra situación. En la Marina Alta, una quincena después de Nochevieja y Reyes llegó el coronavirus a su pico más alto desde que empezara la pandemia. En la actualización del 19 de enero se registraron 807 nuevos contagios, un dato más que alarmante.
En el caso de Dénia la evolución ha sido casi calcada, con la diferencia de que se llegó al pico de contagios una semana antes. El 12 de enero batía su récord de contagios sumando 238 nuevos casos. Ahora bien, sí es cierto que la cifra casi se repitió cuando el departamento llegó a su peor momento, pues el 19 de enero sumó 229, apenas una decena menos.
En la última actualización que se publicó este martes se notificó que Dénia había sumado 90 nuevos casos, el dato más bajo desde el 22 de diciembre. Todo apunta a que es un indicativo de que la tercera ola llega a su fin, aunque todo depende del comportamiento de cada uno. Los debates ya vuelven a girar entorno a salvar la Semana Santa, todavía viviendo las consecuencias de la amable Navidad vivida. ¿Valdrá la pena volver a saturar hospitales y cerrar negocios otro mes por una semana de inhibición?
