El Ayuntamiento, según las declaraciones del equipo de gobierno, sigue intentando por todos los medios evitar la huelga convocada por la plantilla de enfermería de la residencia pública Santa Llúcia. Pese a que afirman que es un derecho que poseen estas trabajadoras y se debe respetar, insisten en retomar las negociaciones para llegar a un bien común.
Así lo expresaron durante una rueda de prensa convocada con dicho motivo las concejalas de Políticas del Mayor, Elisabet Cardona, y de Bienestar Social, Cristina Morera, y el concejal de Hacienda, Paco Roselló, durante la tarde de ayer. En ésta comunicaron que se habían puesto en contacto con cada una de las trabajadoras firmantes de la convocatoria de huelga de forma individual para responder a sus demandas. Del mismo modo, reunieron a los representantes de todos los grupos municipales para informar de la situación.
No obstante, conscientes de la inquietud que este anuncio provoca entre los vecinos, han querido subrayar que se trata de un equipo reducido del total de trabajadores de la residencia, que está alrededor de los 75. La plantilla de enfermería, pese a que admiten que se trata de un departamento importante, solo cuenta con 7 trabajadoras que son las convocantes de la huelga.
Pese a ello, el consistorio asegura que continua trabajando para evitar que sigan con esta decisión e insisten en que no fue el equipo de gobierno quien rompió las negociaciones, pese a que las enfermeras de Santa Llúcia señalaron que incumplieron los plazos que ellos mismos solicitaron para dar una respuesta.
Sea como fuere, lo cierto es que tampoco el Ayuntamiento puede hacer mucho con las reivindicaciones de esta plantilla, según ha informado el concejal Roselló. La mayoría de las 7 reivindicaciones no pueden abordarse ya que "se cumple con los informes técnicos". De este modo, les trasladan que seguirán sin carrera profesional, sin sustituciones inmediatas en caso de bajas, sin el trabajador extra de apoyo y sin máquina PCR, este último punto puesto que no se recomienda gastarla para hacer cribados como pretendían las trabajadoras.
Ahora bien, el ejecutivo local se ha mostrado dispuesto a estudiar la formación de enfermería pese a que la diputación no lo ofrece, a computar las horas de reuniones como horas laborales y a contratar un nuevo trabajador en la lavandería para que, entre otras cosas, asegure la limpieza de los uniformes. Además, recuerdan que obtendrán en la próxima nómina una gratificación económica por su labor frente a la pandemia.
El lunes tendrá lugar una nueva reunión para ver si la plantilla acepta esta oferta o persiste con la intención de huelga.
