El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital. Afecta a cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado, dice el DSM (libro oficial médico de diagnósticos psiquiátricos norteamericano).
Las personas que padecen autismo pueden tener varios síntomas distintos. Por ejemplo problemas para hablar con otras personas, tener intereses limitados y comportamientos repetitivos incluso es posible que pasen mucho tiempo ordenando cosas o repitiendo una frase una y otra vez.
Algunas de las posibles soluciones que puede tener esta enfermedad son las intervenciones tempranas de conducta, cognición y habla que ayudan a los niños con autismo a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas. A pesar de eso no existe una cura conocida, pocos niños autistas llegan a ser adultos independientes.
Mucha gente se pregunta si el autismo puede ser hereditario. Los trastornos del espectro autista son causados por la interacción entre una susceptibilidad genética heredable y factores ambientales que actúan durante la embriogénesis, por tanto sí que puede ser hereditario.
En HLA San Carlos tratamos este trastorno desde una intervención de tipo familiar ya que sacude profundamente a esta, haciendo un tratamiento integral al paciente y a los tutores para que no suponga un desequilibrio familiar, dándoles herramientas a la familia del paciente para abordar el problema a un nivel comportamental y afectivo.
Sabina García Gramser,
Psicóloga del Hospital HLA San Carlos
