Dianium Dansa sigue poniendo en valor los Bailes del Corpus en Dénia

Tras más de 25 años al cuidado de los bailes y danzas tradicionales, el grupo Dianium Dansa sigue poniendo en valor los tesoros que la cultura popular ha dejado instalados en Dénia a lo largo de la historia. Buen ejemplo de ellos son los bailes del Corpus, que si bien en Dénia datan de finales del S.XV, no fue hasta el año 1994 cuando esta formación los recuperó para dotar de su esplendor a la festividad del Corpus Christi en la ciudad.

Cada año, Dianium Dansa vive uno de los días más grandes de la temporada con los Bailes del Corpus, que edición tras edición han crecido hasta convertirse en una cita ineludible para muchos vecinos y visitantes.

El domingo 29 de mayo fue el día en el que salieron a la calle todos sus bailes tradicionales. El recorrido en este caso fue desde la Iglesia de San Antonio hasta la Iglesia de la Asunción, pasando por las calles Cándida Carbonell y La Mar.

Los bailes comenzaron con el Dragón, la figura que Dianium Dansa incorporó a su comitiva en 2012 y que simboliza la ferocidad del demonio. Además es también una de las que más curiosidad despierta entre los niños y niñas que asisten como público.

Tras la colla de xirimiters bailaron los gigantes Tirant i Carmesina, que desde 2011 forman parte de estos bailes. A continuación desfilaron los cabezudos, cuatro parejas de diferentes razas que simbolizan el culto a la eucaristía en los cuatro continentes.

Los más pequeños de la formación fueron los siguientes protagonistas, demostrando sus cualidades en la dansa de les Panderetes, la dansa dels Llauradors, la dansa del Palotets, la dansa dels Arquets y la dansa del Cavallets, todos ellos con ela tuendo correspondiente en cada uno de los bailes.

Les siguieron las encargadas de la dansa de les vetes de Sueca, muy aplaudida al realizar una vistosa trenza con las coloridas cintas que portaban, similares a las utilizadas en el siguiente baile, el ball de la magrana.

La última parte de la procesión cívica la compusieron la tradicional Dansà de Dénia, que Dianium Dansa ha recuperado del olvido hace unos años, y la dansà plana y la folklòrica. Como es tradicional, cerró los bailes el esperado Ball de la Moma, la representación de la lucha del bien y del mal. Está integrado por los momos, siete bailarines que representan los siete pecados capitales, y al Moma, un hombre vestido de blanco que representa la virtud y que porta un cetro y una corona de flores.