La Cremà llegó la pasada noche a los 11 distritos de Dénia en un ambiente impregnado por el fuego y las lágrimas de los más pasionales, que no querían poner fin a las fiestas. El cielo dianense se vistió de rojo para dar por acabado el año fallero.
La Cremà es la última tradición que tiene lugar en las Fallas y, en ella, se queman los monumentos falleros en los que se ha trabajado durante todo el año. A las 20:00 comenzaban a prender las llamas que fueron recorriendo las diferentes fallas de la ciudad hasta acabar, a la 1:30 de la mañana, con la Centro.
El evento se vivió con entusiasmo entre los falleros y los visitantes, a pesar de alguna cara triste por el fin de un ciclo lleno de música, trajes tradicionales, fiesta y color.
Las mascletàs, los desfiles, el chocolate con churros y las ofrendas florales quedan atrás para dar comienzo el siguiente año fallero. De las Fallas 2024 de Dénia ya solo quedan las cenizas.
