El Arrabal de la Medina de Daniya, conocido por las fuentes árabes como rabad amir, de planta trapezoidal, ocupa un espacio de 12 hectáreas, al sureste de la Medina. Está cercado con una sólida muralla. Conectaba con la misma a través de un puente. En uno de los ángulos de la fachada marítima una torre, posible coracha, señalizaba y controlaba el espacio portuario. Es la denominada por la toponimia histórica como la Torre d’En Carròs. Desaparecida hace casi un siglo, aparece reflejada en la cartografía histórica y en el registro fotográfico de entre 1870 y 1900.
El recinto fortificado del Arrabal presenta un diseño y una concepción unitaria en cuanto a organización del espacio. Lo encuadraríamos cronológicamente en las primeras décadas del siglo XI. Es entonces cuando se construiría el sistema de fortificación del muro occidental de El Fortí, con un lienzo reforzado con torres de planta semicircular.
En la segunda mitad del siglo XII se le dotaría de una barbacana complementaria, reflejo de nuevas concepciones en la fortificación y defensa.
El texto de Al-Idrisi, geógrafo del siglo XII, entre los rasgos que definían esta próspera ciudad portuaria andalusí, se refiere a ellas: “Dénia es una ciudad situada sobre la orilla del mar, muy populosa y bella. Tiene un grande arrabal y muros muy fuertes, que por la parte de oriente, están construidos dentro del mismo mar, con mucho arte y sabiduría [sic]. Tiene una alcazaba sobremanera inaccesible, que domina una campiña completamente cultivada, y plantada particularmente de higueras y viñas.
Texto: Josep A. Gisbert Santonja. Sant Lluch, 2008.
Fotografías: Josep A. Gisbert Santonja
“Separado de la ciudad hácia el Sur estaba su arrabal murado también y con sus torres de trecho en trecho como los lienzos de muralla de aquella. Sus ruinas estan tan manifiestas que nos descubren por entero su perímetro.
Dejando el espacio que hemos dicho entre la antigua ciudad, seguían los muros y torres por la orilla del mar en una estension de quinientos metros hasta la torre de En Carróz.
Despues de un espacio de treinta metros continuaba en la misma dirección dicha muralla, pero sin torreón alguno recorriendo un espacio de trescientos setenta metros.
Estos lienzos de muralla que corren de Norte á Sur tienen otros perpendiculares de Este á Oeste de trescientos metros en ambos estremos, que vienen á juntarse con otra muralla igual y paralela á la de la orilla del mar”.
Roc Chabàs, Historia de la Ciudad de Dénia. Dénia, 1874.
