La Policía Local de Dénia ha vuelto a celebrar esta mañana su acto de entrega de medallas, el cual no se pudo llevar a cabo el pasado año por la pandemia del coronavirus. Un evento en el que ha estado muy presente la lucha, aún persistente, contra la COVID-19 y la labor para hacer cumplir unas normativas en constante cambio.
La pandemia «ha cambiado el tablero de juego» de la Policía Local, como señalaba en concejal de Protección Ciudadana, Javier Scotto, en su discurso. Los agentes de Dénia han tenido que lidiar con lo peor de la pandemia y en condiciones muy difíciles. Durante el confinamiento, mientras la mayoría de los vecinos y vecinas pudieron resguardarse en sus casas, las patrullas siguieron recorriendo las calles vacías, como recordaban en el acto. Con situaciones duras, y agentes que aguardaron en el rellano de sus casas tras su turno decidiéndose a entrar, por miedo de llevar a su hogar y a su familia el coronavirus.
No obstante, en la comisaría de Dénia no se dio ni un solo positivo en el ámbito laboral. Lo lograron gracias a la creación de equipos cerrados de trabajo, protocolo estricto de higiene y turnos para evitar aglomeraciones en las salidas y entradas de los turnos. Una época que recuerdan con cierta amargura, pues actuaban como si fueran desconocidos, contaban sus representantes.
Eso sí, aseguran que lo harían una y mil veces, y que cada medida autoimpuesta valió la pena. Además, afirman lo grato que era recibir a las 20:00 de cada día esa dosis extra de ánimo a través de los aplausos de los balcones, los cuales quisieron corresponder con sus luces y sirenas.
Es por esa labor que este año se han concedido 72 Cruces al Mérito Profesional. Se trata de la cifra más alta desde que se creara, en 1873, la Policía Local de Dénia. De hecho, la entrega ha tenido que realizarse en la calle La Vía, al aire libre, pese a que el acto tenía lugar en el auditorio del Centre Social, evitando así aglomeraciones sobre el escenario.
Pese a que ha sido un momento de celebración, el comisario jefe, José Martínez Espasa, ha querido recordar que no es momento de bajar la guardia pues «la pandemia todavía nos arrastra» y ha recomendado la «vacunación y seguir las medidas sanitarias de distanciamiento y el uso de mascarilla».
Conflictos en discotecas y buzones robados
También el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, se ha sumado a los agradecimientos al trabajo de la policía durante este tiempo, asumiendo que les ha tocado enfrentarse a «muestras de irresponsabilidad, anecdóticas pero muy peligrosas». Asimismo, ha bromeado recordando los incidentes con los buzones de Navidad, que se han convertido en «trofeos para graciosos».
Ahora bien, igualmente se ha mostrado crítico con algunas reacciones de la ciudadanía hacia los agentes, que los reclaman en todas partes pero censuran a la vez que sean estrictos.
Los dardos envenenados al ocio nocturno no han faltado, subrayando tanto el alcalde como el concejal Scotto la importante nueva tarea que se les encomienda a la Policía Local, la cual es asegurar el descanso de los vecinos e intervenir en las crecientes peleas que tienen lugar en las puertas de las discotecas del centro, haciendo alusión a los sucesos recientes frente a la sala Condado.
Felicitaciones por actuaciones de gran mérito
Durante el acto se hizo entrega de los distintivos por veteranía y hubo un momento para recordar a los agentes que se han jubilado en este ejercicio. También se realizaron las felicitaciones públicas a miembros de la plantilla, por actuaciones meritorias que van más allá de la labor habitual encomendada.
Estos agentes han sido Juan Agustín Navarrete Mengual, por desarrollar y ejecutar un proyecto de señalización para agilizar asistencias en emergencias en la EATIM de Jesús Pobre, Hèctor Llopis Alemany, por su compañerismo e implicación en el trabajo diario, a Rubén Martínez Naya, Jordi Fuster Monzó y José Enrique Camarena Salvador por interceptar a un individuo buscado por la INTERPOL y las autoridades de Croacia, y a David Jiménez Moncho, Marc Molina Borràs, José Antonio Palomares García y Óscar Canet Ortolà por salvar la vida de una menor al realizarle una reanimación cardiopulmonar el pasado verano.
Pero si la policía sólo sirve para asustar a la población y recaudar dinero poniendo multas por todo. Los únicos que han hecho algo de valor en la pandemia han sido los sanitarios, dais vergüenza.
gracias por todo