Es habitual visitar establecimientos hosteleros en la zona que presuman de hacerte sentir como en casa, pero pocos logran realmente que te sientas como en TU casa. Aunque a simple vista no se aprecie la diferencia, ésta es más que evidente: hablamos de la diferencia entre sentirse bien acogido o sentirse el dueño del lugar.
El Racó de La Xara es, sin ninguna duda, un lugar que sientes como tu propia casa. Así te lo hacen ver desde que entras por las puertas del enorme establecimiento situado en el casco urbano de La Xara, en cuyo hall te reciben y acompañan hasta ese lugar que será tuyo hasta que des por concluida tu cita gastronómica.
Una experiencia única que Teo Pozo, el hombre tras este innovador concepto en la comarca, tenía clara desde el principio. Tras años y años recorriendo a diario centenares de kilómetros por España, Francia e Italia, decidió abrir el restaurante con un claro objetivo: hacer llegar a sus clientes el mejor producto.
Un sabor seguro de la mano del mejor producto
Las décadas que ha pasado en la carretera le han llevado a enriquecer su paladar conociendo los mejores sabores de distintos puntos del mapa. Con esta experiencia ha emprendido un proyecto en el que no escatima en gastos, poniendo ante todo al cliente para que le llegue solo lo mejor, aquello que él mismo ha comprobado para dar su visto bueno. De este modo, en El Racó de La Xara se aseguran de que los comensales se lleven a la boca la versión más completa de cada plato.
«Aquí el 95% es producto, el 5% es fantasía, y así constantemente», anuncia Teo seguro de esta filosofía con la que conquistará hasta a los comensales más exigentes. Cada ingrediente está estudiado al dedillo para que llegue a la cocina y así su chef, Romulo, el cual ha trabajado en los fuegos de los mejores restaurantes de la zona, acabe de darles el toque con el que hará las delicias de los clientes.
La comodidad de disfrutar en un entorno íntimo y seguro
No obstante, si algo hace único al restaurante es, como decíamos, su concepto. Si bien dispone de algunas mesas limitadas en espacios comunes, el plato principal del local son sus enormes habitaciones reservadas, adaptadas para albergar grandes mesas para cualquier tipo de celebración o, simplemente, para darse un capricho con la máxima intimidad.
Tras la puerta de estos reservados el cliente se adueña del lugar, dejando fuera sus preocupaciones para poder centrarse en disfrutar de una oferta de gran calidad con los suyos, en una habitación completamente acondicionada para gozar de una comida con familia, amigos o compañeros de trabajo.
Un espacio en el que Teo busca que la gente se sienta cómoda y segura, algo muy importante en los tiempos actuales, habiendo realizado una gran inversión en sistemas de limpieza del aire antiCOVID.
No solo entra por el paladar, también por los ojos
Además, el lugar cuenta con una mimada decoración en la que, al igual que ocurre con su carta de platos, nada queda al azar. El mismo cuidado que demuestra Teo en la selección de productos queda reflejado en cada elemento del mobiliario, con una estética que emula los txokos vascos pero con empeño por alcanzar un toque de lo más sofisticado.
Un gran ejemplo de ello es su robusta barra de madera donde los comensales pueden aguardar la preparación de su mesa disfrutando de una copa, o como despedida tras una velada de seguro satisfactoria.
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Teo Pozo en su restaurante
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Carne a la brasa
El Racó de La Xara está llamado a convertirse en uno de los establecimientos hosteleros de referencia en el lugar, ofertando un espacio íntimo y acogedor donde disfrutar de un sabor seguro gracias al producto más cuidado.
