En la mayoría de deportes cuando los realizamos solemos hacer movimientos de flexo-extensión, con lo cual, se produce una inclinación lateral o rotación del tronco de los cuales es responsable la columna vertebral.
En algunos casos, sobre todo en deportistas de élite, pueden aparecer lesiones por sobrecarga en la zona lumbar.
Para medir estos daños que puede causar el deporte, se ha elaborado la Clasificación de Balius, la cual, tiene en cuenta diversos factores según el movimiento de la columna.
Estos son: el tipo de movimientos vertebrales que comportan y su carácter simétrico o asimétrico, la mayor o menor intensidad de estos movimientos, así como la necesidad intrínseca e inevitable de alcanzarla y de fenómenos sobreañadidos de carga o de choque.
Además, cuando se valora el daño que se puede haber generado a la columna, por el deporte, es importante tener en cuenta la edad biológica del deportista.
CLASIFICACION DE BALIUS
1. Deportes vertebrales negativos.
Por la mala posición se producen movimientos inevitables de flexo-extensión, inclinación y rotación vertebral de forma continuada y forzada a la máxima intensidad, a los que en algunos deportes se asocian simultáneamente cargas continuas o discontinuas.
A pesar de seguir una técnica adecuada, es imposible proteger el raquis y al mismo tiempo obtener un rendimiento deportivo bueno. Ocurre en los deportes: gimnasia deportiva masculina y gimnasia rítmica y artística femeninas, judo, lucha libre, lanzamientos de jabalina y de peso, saltos atléticos, natación (estilo mariposa)
2. Deportes vertebralmente negativos en potencia.
Los movimientos en la columna no deben de ser forzados de forma continua e intrínseca en deportes en los que las cargas, si se realizan correctamente, no se asocian a una mala posición o al movimiento. En estos deportes, una buena preparación gimnástica específica y una técnica adecuada permiten estabilizar y por tanto proteger la columna. Pero en el deporte de élite, dejan de ser vertebralmente negativos efectivos.
Es el ejemplo de la halterofilia, algunas disciplinas de atletismo, remo, vela, ciclismo, motorismo, equitación, waterpolo, saltos de palanca y trampolín, esquí náutico y alpino, rugby.
3. Deportes vertebralmente indiferentes
Los movimientos de la columna no son necesariamente forzados, ni van a cargas o choques y únicamente estos se pueden presentar de forma accidental. Tenemos que tener en cuenta que muchos de estos deportes son asimétricos y antes de contraindicar sistemáticamente un deporte de este tipo, tenemos que estudiar caso por caso ya que una modalidad deportiva de las citadas puede incluso ser favorable en una desviación escoliótica.
Estos deportes son: carreras, marcha atlética, fútbol, esgrima, hoque i, tenis de mesa, pelota vasca, golf, tiro con arco.
4. Deportes vertebralmente positivos
Básquet, balonmano, voleibol, gimnasia no deportiva, natación (excepto mariposa) son algunos de los deportes que no necesitan un esfuerzo por parte de la columna sino que no conllevan la realización de cargas y además desarrollan un componente simultáneo de estiramiento.
5. Deportes vertebralmente peligrosos
Son aquellos en que accidentalmente pueden presentarse lesiones vertebrales agudas como fracturas con o sin lesión medular. Por ejemplo, montañismo, espeleología, paracaidismo, vuelo libre, esquí, saltos de palanca y trampolín.
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