Desde su llegada a Dénia en el año 1990 procedente de Ontinyent, Manolo Viciano no ha pasado desapercibido para la sociedad dianense. Llegó como entrenador de baloncesto a una ciudad que le cautivó. Después de 26 años. Viciano, sigue siendo un referente no solo del deporte de la canasta sino del deporte en general.
Ha sido entrenador del primer equipo del entonces Club Náutico Dénia, fundador del actual Dénia Básquet Club al que también ha dirigido en varias etapas y miembro del equipo de veteranos del Club Rem Dénia. Desde hace unos años es el Director Deportivo del club. Nadie entiende este club sin Manolo Viciano, su labor diaria es impagable. No es extraño que en la temporada 2012-13 fuese galardonado por la Federación Valenciana de Baloncesto, por su “dedicación al baloncesto y su gran trabajo de formación”. Un premio más que merecido que recibió con enorme alegría y orgullo.
¿Qué tiene Dénia para que le enganchase a establecerse en ella?
Llegué al sitio correcto en el momento justo. Aquí me instalé laboralmente y en esta ciudad nacieron mis hijas. Su gente es muy abierta y eso me gusta, de hecho, desestimé opciones deportivas para moverme de aquí ya que deportivamente aquí estoy muy bien.
¿Ha cambiado mucho el baloncesto desde que usted llegó?
Evidentemente que ha cambiado mucho. En aquella época el motor del club era el equipo senior. La cantera empezaba a formarse a partir de infantiles. Ahora, la gente comienza a jugar a baloncesto desde primaria, vamos desde benjamines. Esto significa que ahora la gente empieza a jugar 6 años antes de que lo se hacía entonces. El nivel actual es mucho más alto y la revolución de este deporte ha sido tremenda. Creo que el baloncesto dianense va por el buen camino gracias al trabajo de base. Ahora estamos entre los clubes que mejor cantera tienen de la Comunitat Valenciana, y esto se refleja en los resultados.
¿El equipo de la temporada 92-93 que jugó la fase de ascenso a 1ª B en Bilbao ha sido el mejor que ha entrenado?
No cabe duda que esa temporada tuvimos una gran plantilla. A esa fase no llegamos en las mejores condiciones y la presión nos atenazó. Pero en cuanto a jugadores creo que han sido los mejores que he dirigido.
¿Guarda buen recuerdo de lo vivido en la fase de ascenso a EBA organizada en Dénia?
Claro, esa fase fue otro de los buenos momentos que vivió el club, conseguimos ser subcampeones y obtuvimos la plaza de ascenso, fue la temporada 97-98. Fue una gran temporada en la que el público que llenaba cada partido el pabellón se divertia con el equipo.
¿La apuesta por la cantera llegó por culpa de la crisis económica que hubo en el club?
Esto es algo natural, ha pasado en la mayoría de ciudades, sobre todo en nuestra zona. El dinero se encontró en un momento puntual con facilidad y la ambición deportiva por estar en niveles altos provocó que Gandía, Calpe y Dénia se inclinasen por hacer grandes equipos y competir a nivel profesional. Esto es bueno pero siempre y cuando no se deje de lado el baloncesto de promoción y ese fue el gran error. Ahora trabajamos para llegar a ese mismo nivel pero partiendo de una base sólida y con una cantera bien trabajada.
¿Qué aportó usted cuando comenzó a dirigir la cantera del Dénia Básquet?
El baloncesto tiene pocas cosas para inventar, la realidad es que hay que tener claro que todo comienza desde la base, eso lo aprendí cuando tuve la suerte de trabajar en Valencia, primero en un colegio y después en un club, donde eso era lo prioritario. Allí se comenzaba desde mini básquet y eso ha sido lo que he traído al Dénia Básquet Club. Sobre todo es vital tener mucha paciencia, ahora llevamos 10 años y comienzan a verse resultados. Hace unos años era impensable que aquí viniesen a jugar equipod de primer nivel, algo que es de lo más normal en la actualidad.
¿Cuál es su mejor momento a nivel deportivo vivido en Dénia?
Cualquiera, yo soy feliz con todo lo que hago he tenido momentos de los que puedo presumir ya que los resultados acompañaban. He tenido otros donde sabia lo que estaba haciendo pero las cosas no salieron, fueron momentos duros. Me quedo con las experiencias que he compartido con directivos, jugadores, entrenadores, medios de comunicación, todos me han tratado de forma fenomenal.
¿Qué causó su desencantó con el baloncesto para dejarlo durante un tiempo?
En el año 1999 se juntaron muchas cosas; mucha presión deportiva, con un momento personal y familiar en el que tenía que dedicar unas horas a mi familia. Esto vino acompañado de un nivel económico en el club que obligó a hacer muchos milagros para poder estar donde estábamos. Me acabé cansando y opté por tomarme una pausa, pensé que iba a ser definitiva y nunca me planteé que volvería.
¿Qué le aportó el remo a su vida?
Mucho. Sobre todo a valorar el deporte en estado puro. El remo en ese momento fue un bálsamo donde encontré gente encantadora y absolutamente entregada. Es un deporte que no admite escaqueo ni tacañería, o estás o no estás. Fui ayudado y a la vez les ayude, ellos necesitaban a una persona con tablas en el deporte y creo que hicimos una cosa de la que estoy muy orgulloso y agradecido. Allí gané unos amigos para siempre.
¿Se ha sentido más reconocido por su labor deportiva fuera de Dénia que aquí?
Si yo trabajara para que alguien me diera las gracias o valorará lo que hago, estaría equivocado. Creo que en Dénia también se me ha valorado y si no lo han hecho, para mi eso no es lo más importante. No lo digo con falsa modestia, lo digo porque es la verdad. Esas cosas llegan cuando tienen que llegar y no hay que estar pensado en si alguien te ha dado las gracias o no.
¿Su reto es recuperar la afición al baloncesto que está ciudad tuvo?
Claro, aunque todo va emparejado, es necesario tener una cantera con una base sólida de gente que practique baloncesto. Una vez esta gente abandone el juego deben de generar un entramado social de apoyo a este deporte que tanto buenos momentos les ha dado. La gente debe volver al baloncesto en forma de socios, sponsors y estar contenta de ver que en su pueblo se sigue jugando a este deporte.
¿Sería usted un buen concejal de deportes para Dénia?
Nunca me he planteado esa opción. He estado en alguna formación política y colaborado con diferentes concejales que han pasado, al igual que con algunos partidos, conozco la dinámica deportiva de la ciudad. Si esa posibilidad llega será porque tiene que llegar, pero no porque yo busque que esa puerta se abra.