Después de que una piedra de 30 kilos cayera de la parte superior del túnel del castillo el pasado mes de febrero, y tras los estudios realizados a la zona para establecer las actuaciones necesarias que garanticen la seguridad, las obras avanzan a buen ritmo y se espera que el paso se vuelva a abrir al público en el mes de agosto.
Los operarios están colocando malla de triple torsión capaz de soportar más de 3.000 kilos por metro cuadrado, a la que unirán red de cable en las zonas más peligrosas del túnel.
El técnico encargado de la obra explicó que además han encontrado curiosidades como botes de refresco o un carnet de conducir filtrados desde el castillo por las fisuras existentes.
Tras su creación durante la Guerra Civil, cuando con dinamita se creó el túnel, la piedra que lo recubre, caliza del cretácico superior, se ha visto afectada por las filtraciones de agua que ha sufrido a lo largo de los años, dejando un 72% del total del túnel con peligro de derrumbes.
La historia de la «Virgen del túnel»
Desde que se remodeló el interior del túnel con el proyecto DéniaFutur, quienes han utilizado el paso han podido ver, entre las rocas de la bóveda de la parte de Ronda de las Murallas, una pequeña virgen.
Durante la visita a las obras de seguridad, el arquitecto de aquél proyecto, Pablo Cabrera, explicó que la vigen apareció cuando derribaron los antiguos muros del túnel, y los propios obreros la colocaron en una roca en el lateral del túnel con velas. Al poco tiempo, y sin saber cómo ni quién, la Virgen apareció en lo más alto de la bóveda, y ahí se quedará, ahora protegida por la malla que resguardará la bóveda.