Amaneció un domingo ventoso pero muy soleado, y eso sin duda animó a mucha gente a acercarse a la Ermita de Santa Paula a celebrar la onomástica de la santa, que fue el pasado jueves.
A las 12:30 partía la romería desde la Iglesia de San Miguel hasta la ermita, donde les esperaban muchos devotos para recibir la coca dulce bendita tras el tradicional beso a la imagen de la Santa, mientras cantaban los gozos a la Santa.
Como es habitual, en los alrededores de la ermita se instalaron paraditas con productos típicos y dulces como caña de azúcar, manzanas de caramelo, regaliz o arrop i tallaetes.