«La música está por encima del pensamiento», dijo el pintor francés Eugène Delacroix. No se trata de una expresión artística que tiene como objetivo único entretener, sino también el de transmitir vivencias, pasiones y sentimientos. En definitiva, transmitir conocimiento.
El colegio CEIP Cervantes de Dénia, consciente de este poder divulgador que tiene la música, decidió incorporar esta disciplina a la rutina diaria de la escuela. Con un nombre como protagonista, el del fallecido Pau Donés, líder de Jarabe de Palo. Pero, ¿por qué él? «Miles son las raíces y solo uno el corazón», cita Júlia Fornet, directora del centro, cuando le realizamos la pregunta. «Sus canciones hablan de nosotros, y esa frase representa a nuestro centro en el que conviven 24 nacionalidades distintas».
Durante el curso pasado, los alumnos de todos los cursos del Cervantes participaron en el proyecto Valors de vida de Pau Donés. A cada clase se le asignó una canción, trabajando su letra y aquellos valores que transmitía. Durante el Día del Libro, los alumnos recitaron en forma de poema ese trocito de Donés que les acompañó durante los meses previos, eligiendo también la frase más representativa de su canción y explicando el porqué.
Frases que ahora inmortaliza el centro en un mural que sirve como finale de este musical proyecto. Durante el verano, tanto el Cervantes como La onomatopeya del silencio han colaborado para que quede plasmado su trabajo y el recuerdo al cantante en el techo del porche del edificio. Una sorpresa que los alumnos encontrarán el próximo miércoles cuando se reencuentren con sus compañeros y puedan recordar lo que significó para ellos conectar con el alma de Pau Donés.
Muy bonito después están las discomobiles, reguetton, botellones fiestas varias atronadoras por cualquier motivo. Esa es la otra cultura musical y social que se les inculca en el día a día desde bien pequeñitos y desde el patio del colegio o la calle más cercana.