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La pequeña Ucrania en Dénia: 365 días de refugio a miles de kilómetros de casa

24 de febrero de 2023 - 08:56

Estamos acostumbrados a ver Dénia como un paraíso para vivir y un lugar privilegiado que visitar. Pero hay personas para las que supone eso y mucho más. También Dénia se ha convertido en un refugio para cientos de familias, la mayoría divididas por culpa de la triste guerra.

Se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania que trastocó la normalidad de todo un país. Los constantes ataques obligaron a una gran parte de la población de mujeres y niños a huir de sus hogares para buscar refugio a miles de kilómetros, en lugares donde jamás pensaron que acabarían viviendo. Y en ellos sobreviven, salen adelante e intentan encontrar su espacio hasta que llegue el ansiado día que les permita reencontrarse con sus casas.

En Dénia se han quedado muchas de estas personas refugiadas. Y es en la ciudad donde, lejos de amedrentares ante la perspectiva de tener que salir adelante en un lugar desconocido, con unas costumbres desconocidas, han decidido actuar y hacer todo lo que está en sus manos para ayudar a su país y sus paisanos.

Nace con esta idea en marzo de 2022 la Asociación Ayuda a Ucrania de Dénia. En ella, Vira, su presidenta, junto a varias voluntarias han logrado crear un espacio donde los ahora vecinos ucranianos puedan estar como en casa. A diario se reúnen para fortalecer sus vínculos y mantener el contacto con su cultura. Dan clases de ucraniano para los niños, pero también de baile, canto y arte de su país. También ayudan con la preparación para integrarse en su nuevo pueblo impartiendo cursos de castellano, tanto para adultos como para niños, y hasta de inglés.

La asociación está compuesta por un centenar de personas y a sus cursos asisten unos 50 niños. Gente a la que debería habérseles paralizado la vida, pero que han sacado la fuerza suficiente como para anteponerse a todo lo que les ha pasado y seguir viviendo.

Sobrevivir lejos del hogar

Para ello cuentan en la asociación con la ayuda de Marianna y su grupo de apoyo psicológico. Marianna tuvo que salir de Ucrania en marzo de 2022 para refugiarse junto a sus dos hijas en Dénia. Vivía en Kiev ejerciendo de psicóloga, hasta que todo estalló. En Dénia intercala su vida familiar con la gran ayuda que ofrece con su grupo en la asociación y las clases a las que asiste de castellano. Clases que dan sus frutos, pues menos de un año después nos permiten mantener una conversación completamente fluida mientras en la sede siguen preparándolo todo para la manifestación de la tarde siguiente.

Nos cuenta lo difícil que fueron los primeros días, pero también lo agradecida que está de haber encontrado su sitio en Dénia. «Aquí todo está cerca», responde divertida al preguntarle por lo que más le sorprendió de la vida aquí. Acostumbrada a trayectos en coche de más de tres horas en la rutina diaria de una ciudad como Kiev, la proximidad y tranquilidad de la Marina Alta es una de las cosas que más ha agradecido.

Pero no la única. Marianna se declara una gran amante de la cultura de su pueblo de acogida, destacando su literatura, música y arquitectura. Pero también el clima, la gastronomía, el mar, las fiestas... y la gente. No se esperaba que los vecinos se volcaran tanto con ellos y se mostraran tan conscientes de lo que estaba sucediendo en Ucrania. «No imaginaba tanta acogida ni que hubiera tanta gente dispuesta a ayudar».

Además, está muy satisfecha con que sus hijas hayan podido encajar en la escuela, donde han hecho amigos y no solo han aprendido el castellano, sino que empiezan a defenderse con el valenciano.

Por supuesto, esto no quita que sueñe con poder volver a su hogar. Pero, como dice Marianna, «es importante continuar», y conseguir disfrutar de las alegrías. Una de éstas, de la que habla visiblemente emocionada, es la próxima visita en abril de su madre, a la cual no ha podido ver desde que su vida dio un vuelco.

La de Marianna es una de tantas historias que ha presenciado Vira desde que decidió con a su marido juntarse con otras personas ucranianas para ver si podían ayudar. Y tanto que han podido.

La reacción de los ucranianos residentes en Dénia tras la invasión

Vira nos cuenta muy emocionada todo lo que ha sido vivir el proceso. Lleva 23 años viviendo en España, por lo que ha sido un gran salvavidas para sus compatriotas que llegaron sin saber muy bien a qué se enfrentaban.

«La gente de Dénia se ha volcado con nosotros». Y es cierto que se sienten agradecidos, pero todavía encuentran varios obstáculos para que los refugiados puedan reconstruir sus vidas aquí. Uno de estos escollos es la burocracia. Afirma que siguen esperando la ayuda de 400€ de los fondos europeos que en la Comunitat Valenciana todavía no se han distribuido. Espera que a finales de marzo ya puedan disponer de ellos.

Pero la gran problemática con la que se están encontrando los refugiados es una vieja conocida nuestra: el acceso a la vivienda. Los precios privativos están poniéndoles en serios aprietos. Y no solo las mensualidades, sino que se les exigen contratos de trabajo de los que no disponen en la mayoría de ocasiones y fianzas inasumibles. En este aspecto les entristece mucho la falta de vivienda social de Dénia, y sobre todo la enorme cantidad de casas vacías en propiedad de los bancos. No piden que se les regale nada, solo que se les dé la oportunidad de poder vivir sin costes desproporcionados.

Vira nos cuenta un caso concreto que le apena especialmente, el de una compañera de la asociación con un niño de 8 años y problemas del corazón que busca un estudio en la ciudad donde poder vivir. Los precios de lo que encuentra son excesivos, por lo que ha aprovechado la entrevista para hacer un llamamiento para que cualquier persona que conozca una casa con esas características se ponga que contacto con la asociación.

Es hablando de los niños cuando Vira ya no puede contener las lágrimas. «Es la gente que volverá a levantar Ucrania», asume, por lo que mucho de su trabajo se enfoca en educarlos y mantenerlos en contacto con sus raíces. Al principio fueron los que más sufrieron, pero también los que han conseguido adaptarse más rápido y entablar relaciones en sus colegios. «Da gusto volverles a ver sonreír».

Un sueño: crear un pequeña Dénia en Ucrania

Han creado su pequeña Ucrania en Dénia, donde tanta gente se siente de nuevo ligada a su país. Un espacio donde, no obstante, no solo se dan cursos, sino que en él se llevan a cabo grandes proyectos para ayudar a los de aquí, y a los de allí.

El próximo objetivo de la asociación es la compra de una ambulancia que poder enviar a Ucrania para realizar atenciones a heridos. Para conseguirlo ahora han puesto en marcha la venta de bolsas de tela confeccionadas por ellas mismas, las cuales se pueden adquirir en su sede (paseo del Saladar, 91). También aceptan donativos de particulares y empresas en la cuenta de Asociación Ayuda Ucrania Dénia (ES28-0019-0110-594010041146), indicando el nombre y apellidos en un correo a su dirección mail: info@uadenia.org.

Pero esto son proyectos para poder anteponerse a las necesidades. Con lo que realmente sueña Vira es con que, una vez terminada la guerra, la sociedad, el empresariado y la administración dianense vuelvan a hacer gala de su solidaridad y colaboren para reconstruir un colegio en algún pueblo destruido de Ucrania para sus niños. Un pequeño granito, señala, para que en algún lugar de Ucrania también haya una pequeña Dénia.

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