La llama de los ‘XII Mini Jocs Olímpics arde en el pebetero

Los “XII Mini Jocs Olímpics de la Marina Alta” comenzaron con la ceremonia de inauguración que contó con la presencia del Director General de Deportes, Josep Miquel Moya, con el presidente del Consorci Esportiu Marina Alta (CEMA), Vicent Colomer y las autoridades municipales de todas las delegaciones participantes.

Como es habitual el acto se inició con el desfile en la pista de atletismo del polideportivo municipal de Dénia, que encabezó la banda juvenil de la Agrupación Músical de Dénia, seguida por la bandera olímpica y cada una de las delegaciones participantes.

Posteriormente los miembros de la “Muixeranga de Pego” realizaron una pequeña representación de figuras y torres humanas. El acto siguió con un momento emotivo como fue el juramento olímpico que realizaron, un árbitro, Víctor Cuellar, un entrenador, Javier Piles y la deportista, Ana Muñoz, que sirvió para poner de manifiesto la nobleza y sobre todo la limpieza de la competición. Los tres adquirieron el compromiso de competir y administrar justicia de la forma más leal posible.

Llegó el turno de discursos, el primero en hablar fue el presidente del CEMA,Vicent Colomer, que tuvo palabras de agradecimiento para todos los que hacen posible la celebración de este evento deportivo. Colomer tuvo palabras de recuerdo para los tres ciclistas de Xàbia que murieron atropellados. El público asiste al acto les dedicó una cerrada ovación en su recuerdo.

El Director General de Deportes de la Comunidad Valenciana, Josep Miquel Moya, volvió a estar presente en este acto e incidió en su parlamento de la importancia que tiene el deporte en la sociedad y deseo a todos una buena competición.

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, como anfitrión de los juegos dio la bienvenida a todos los participantes y acompañantes que durante el fin de semana estarán compitiendo.

La tenista, Silvia Bordes, encendió el pebetero

Uno de los momentos de mayor emoción fue cuando entró la antorcha olímpica en el polideportivo, de la mano de Silvia Bordes, la tenista dianense, que fue quien procedió al encendido del pebetero que mantendrá la llama olímpica hasta el domingo al mediodía cuando finalicen los juegos.