La imagen de la Santíssima Sang recupera su color original y tres lágrimas en el rostro

Una vez limpiada la suciedad que el paso del tiempo había hecho mella en la imagen de la Santíssima Sang, patrona de Dénia, la talla ha recuperado su color original, la sangre ha vuelto a brillar y han salido a la luz tres pequeñas lágrimas en la parte derecha del rostro.

La talla, datada en el año 1633, salía de Dénia por primera vez el pasado mes de diciembre para ser restaurada y estudiada, y en la mañana del sábado 28 de marzo volvía a casa ante la emoción de los feligreses, que la recibieron con los máximos honores.

Según explicó la directora de los trabajos de restauración, Joserre Perezgil, afirmó que han sido tres meses intensos en los que han podido "disfrutar, conservar y restaurar la imagen" en unos trabajos que han contado con cuatro restauradores.

Durante los trabajos han podido constatar que se trata de una talla realizada íntegramente en madre de ciprés que no cuenta con uniones externas como clavos, sino que "simplemente está unida y pegada, y de esto hace ya 400 años".

Sobre las grietas que presenta la talla, Perezgil aseguró que se trata del envejecimiento propio de la madera. El primer trabajo que realizaron fue intentar consolidar la policromía de la figura y, tras muchas pruebas, se localizó un gel especial para poder ir limpiando "400 años de suciedad" generada por el ambiente, las velas, la cera o los inciensos que rodean a la imagen continuamente. Asimismo, la directora de la restauración explicó que "el cariño" de los feligreses ha acabado con la policromía en algunas partes.

Tras su restauración, la talla ha recuperado pequeños rasgos que se habían perdido como unas pequeñas lágrimas y laceraciones que no se veían, sobretodo por la parte posterior. Perezgil se mostró encantada de haber podido trabajar en esta pieza "tan especial" al tiempo que segura por haber recibido ayuda de las hermanas Agustinas mediante sus rezos.

El agradecimiento de las hermanas Agustinas Recoletas

La Madre Superiora del convento de las Agustinas, Regina Cuquerella, tomó la palabra desde la capilla y junto a sus hermanas, para agradecer el trabajo realizado en la pieza. Reconoció que los trabajos se han retrasado por el miedo de la comunidad a que el resultado no fuera el esperado, pero se mostraron muy satisfechas con el estado actual de la talla.

Ellas fueron las primeras en adorar la pieza, llevada en brazos por miembros de la Cofradía de la Santíssima Sang para que comprobaran su estado y le dieran la bienvenida.

Un recibimiento por todo lo alto

La llegada de la imagen de la Santíssima Sang a Dénia se realizó por todo lo alto, con una solemne procesión que arrancó desde el convento de las Agustinas con numerosas mayoralesas, mayorales, ex camareras y miembros de la Cofradía acompañando a las andas vacías para recoger la talla.

En el cruce de la Avenida de Valencia con la calle Abu Zeyan esperaba el camión que trasladó la imagen desde el MUBAG de Alicante con extraordinarias medidas de seguridad para que no sufriera ningún golpe por el camino.

Una vez fue depositada en las andas, se lanzaron 21 salvas en su honor, el máximo reconocimiento que se le otorga a una personalidad. A continuación, la comitiva, junto a la Agrupació Artística Musical de Dénia, recorrió la Avenida de Valencia y la calle Loreto para volver al Convento.