Dénia.com
Buscador

La enfermedad del Alzheimer

21 de septiembre de 2011 - 00:00

Hoy 21 de septiembre se celebra el día mundial del Alzheimer, fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer. El objetivo de esta celebración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto.

La enfermedad de Alzheimer es una de las dolencias más temidas en nuestra sociedad y que más exigen de los cuidadores del paciente. Es una enfermedad de las edades avanzadas de la vida, y es tanto más frecuente cuanto mayores son las personas, aunque hay formas precoces que comienzan a los 50 o 60 años e incluso antes.

La enfermedad de Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa la debilitación, la desorientación y una eventual muerte intelectual. Su nombre proviene de Aloís Alzheimer, un neurólogo alemán que en 1907 describió los síntomas que presentaba una mujer de 48 años como graves problemas de memoria, definiendo así las características neuropatológicas de esta enfermedad.

El Alzheimer, de apariencia inofensiva, comienza con debilidad, dolores de cabeza, vértigos, e insomnio suave, irritabilidad y pérdida de memoria; estos trastornos de la memoria, son ya desde muy pronto importantes, ya que interfieren con las actividades cotidianas. Todos tenemos pérdidas de memoria, sobre todo en relación con el paso del tiempo y con el estrés, pero lo habitual es que desarrollemos habilidades para compensarlos, como por ejemplo, apuntar las cosas que hay que comprar, llevar una agenda, etc. Aunque los fallos de memoria puedan, en alguna ocasión, jugarnos alguna mala pasada, no ocurre así de forma habitual, y podemos seguir trabajando, disfrutando de actividades de ocio, ocupándonos de nuestras familias y de nosotros mismos por mucho que vayamos diciendo "¡cada vez tengo peor memoria!".

Al paciente con enfermedad de Alzheimer los fallos de memoria le van limitando poco a poco la realización de sus actividades. Al principio, la pérdida se refiere, sobre todo, a hechos recientes. En esa fase llama la atención que el paciente recuerde, e incluso le guste evocar una y otra vez, con todo detalle, hechos referentes a su infancia y juventud, lo que puede mantenerse incluso ya cuando no es capaz de recordar el nombre de sus nietos o cuándo es Navidad. Poco a poco, deja de recordar todo cuanto se refiere a sí mismo, su edad, dónde vive; confunde a sus hijos o piensa que su esposo es su padre. Sin embargo, hay que destacar que, aunque a veces es ya incapaz de recordar el nombre de su marido o sus hijos, su presencia suele resultarle agradable y tranquilizadora. El buen contacto afectivo, las emociones, el trato afectuoso que se le dispense acostumbra a ser aceptado y agradecido (infodoctor.org).

Junto al trastorno de memoria, encontramos otros problemas (infodoctor.org):

- Afasia o trastornos del lenguaje, El paciente "olvida" el nombre de las cosas, "no le sale" el nombre, de las personas, los lugares, o de los objetos más corrientes. Al cabo de un tiempo, no entienden bien lo que se les dice y se les pregunta. El lenguaje pasa a ser cada vez más pobre, las frases dejan de tener sentido y, al final, se pierde la capacidad de hablar, quedando el paciente totalmente ausente, incomunicado.

-Apraxia, o dificultades para realizar los gestos que llamaríamos útiles. Al comienzo se manifiesta en acciones complicadas, como dibujar, manejar instrumentos de trabajo o utensilios domésticos o conducir, pero luego se pierden hasta los más simples como manejar los cubiertos, vestirse o hacer un saludo.

- Agnosia o dificultad para reconocer o comprender el significado de cuanto se ve, se toca, etc. A todo ello se une una actitud de indiferencia o ignorancia del problema. Aunque al comienzo pueda haber una cierta depresión o ansiedad ante los fallos, pronto llama la atención la tranquilidad con que el paciente reacciona ante sus enormes despistes o errores. Es típico que los niegue, lo que a veces puede desesperar a su familia, o que intente justificarlos de una forma ingenua, infantil o, a veces, por el contrario, con explicaciones muy rebuscadas o extravagantes. ("¿Qué día es?" "No sé, yo nunca me he preocupado de estas cosas" "¿Cuántos hijos tiene?" "Dos o tres" y sonríen apaciblemente, como si no tuviera la menor importancia no recordar algo así. A diferencia de la persona deprimida o ansiosa con trastornos de memoria, el paciente no parece sufrir mucho por sus dificultades. Puede enfadarse un poco, pero pronto olvida que no ha sido capaz de contestar al teléfono o que ha confundido a su hijo con su nieto. Como, por otra parte, el paciente conserva durante mucho tiempo los automatismos sociales, tiene buen aspecto y aparentemente, lo hace "todo"(entra, sale, ve TV, hojea el periódico, trastea en la cocina, etc.) es fácil que el problema pase desapercibido a vecinos, conocidos o incluso, a familiares que no conviven con él. (infodoctor.org)

Tenemos que tener en cuenta que, también son constantes los trastornos de personalidad y conducta. Al principio puede haber ansiedad, depresión, irritabilidad. Personas muy activas se vuelven apáticas, inactivas y, al revés, personas muy tranquilas, comienzan a estar inquietas, nerviosas y a moverse continuamente sin objetivos claros. Es frecuente que el paciente se vuelva desconfiado, receloso, que esconda las cosas, que piense que quieren robarle o hacerle daño. Más adelante puede haber, aunque no siempre, agresividad, hostilidad hacia sus familiares y sobre todo, hacia su pareja. El insomnio o cambio de ritmo de sueño es un grave problema, pudiendo el paciente pasar las noches levantado y con gran resistencia a los medicamentos que se le puedan dar para dormir. También es típica la desorientación espacial, es decir, perderse fácilmente, no saber encontrar el camino de vuelta a casa y, en fases avanzadas, perderse incluso en la propia casa, no siendo capaz de encontrar la cocina, el baño, etc. Lo normal en la enfermedad es que no haya problemas físicos ni de movimiento y que, hasta fases ya previas al final, en los últimos meses o años, el paciente siga siendo capaz de andar, de hecho, es característico que pasee arriba y abajo de la casa, día y noche, sin parar.

El final es común para ésta y otras demencias. Con el paso de los años, el paciente pierde la movilidad, queda encamado, tiene dificultades para comer, no entiende absolutamente nada y muere a consecuencia de una complicación, como neumonía, etc. (infodoctor.org)

Verónica Monsonís Far
Psicóloga
Master en Psicología Clínica Nº col. CV08093
Tel.: 639.647.656 veroemotica@hotmail.com

2 Comentarios
  1. maria dice:

    Mi abuelo también padece la enfermedad de Alzheimer hará casi 2 años y es increíble como avanza con él en tan poco periodo de tiempo, tiene 74 años y en este tiempo dejó de andar, estuvo en silla de ruedas, pasó a estar en cama, lo levantábamos para comer y pasaba el mayor tiempo acostado ya que perdía el interés si quiera de estar en la sillita viendo el fútbol que le gustaba tanto… Y ya por si fuera poco, a finales de este año siguiendo en cama lo llevamos al hospital porque nos dimos cuenta de que su pierna izquierda, estaba muy rara… como torcida y que se la movía y estaba completamente «suelta» y nos dijeron que tiene roto el fémur, sin haberse caído ni nada… Solamente complicaciones y cada vez más, porque a pesar de que no es tan mayor, tiene muchas mas cosas propias de la edad tb. A partir de entonces hasta ahora notamos mi madre y yo que mi abuelo va cada vez a peor en nada de tiempo. Desde lo de la pierna rota al poco tiempo se está encarando en los dos piés, se queja mucho y un pié lo tiene infectado, de manera que estamos rezando mi madre y yo para que no le llegue al hueso y haya que llevarlo al hospital, ya que estas personas son tan delicadas que de complicaciones, mueren, y que aparte mi abuelo ya no está para eso; recientemente es tambien que desde hace una semana ya no se le entiende absolutamente nada de lo que él dice, como mucho entiendes «hola» y cuando le preguntas como está le entiendes el «bien», pero por lo demás.. Lo demás que habla no se le entiende y si le preguntas más cosas o hablas con él, como si con él no fuera el tema, vive en su mundo. Todo esto es en resumen de lo que está pasando mi abuelo, la mejor persona del mundo y lo mejor que he conocido, es a quién yo más quiero en esta vida y quién me ha dado la vida, y que le pido a Dios que me dure muuchiiisimo tiempo, todo lo que sea posible, aunque es muy dura esta enfermedad, mi madre y yo estaremos con él hasta que ya no se pueda más.

  2. Ana dice:

    Mi madre tiene la enfermedad de Alzheimer, diagnosticada hace unos 6 años. El deterioro ha sido progresivo pero sí es cierto que aunque no se acuerda de nada le gusta estar con nosotros y se siente más tranquila. Lo más dificil es al principio, cuando tienes que asumir que padece la enfermedad, no encuentras justificación para las cosas que hace o dice y no te das cuenta de la gravedad. Poco a poco te vas haciendo a la idea y asumes lo importante que es anteponer un sentido práctico, ya que cada fase de la enfermedad requiere la adaptación del entorno y una conducta diferente por las personas que le rodean. Queremos mucho a nuestra madre e intentamos hacer lo mejor para ella pero sufrimos mucho con y por ella con esta situación.


37.861
4.463
12.913
2.710